Capitulo 9

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Annie

Désperte por la mañana, estaba indecisa de ir al instituto, solo pensaba en volver a ver a Nathan y mi piel se enchinaba.
No dejaba de pensar en su beso, jamas lo habia visto haci.
Era algo raro, siempre pensaba que las amistades que cambiaban a relaciones de amor eran bobas.
No sabia si realmente me gustaba Nathan o solamente era su beso realmente me dejo paralizada.

Deje de pensar un poco me duche luego fui a la cocina.
El rostro de Nathan frente a mi sus ojos puestos en los mios estaba completamente ida del mundo exterior.

Recibi un mensaje de Erick.

Mensaje

Erick...-Hola, ¿qué tal amaneciste?-

Annie...-Bien gracias-

Erick...-Espero verte en la escuela-

Annie...-Yo tambien-

Nisiquiera queria ver a nadie, si faltaba a clases estaría con mamá todo el día.
Decidi no ir, pero salir de casa como que si.
Eran las 6:45 y Sara siempre pasaba a esta hora.
Decidi caminar.

-Mamá me voy-
Grite desde la puerta.

-Cuidate Annie-
Grito.

Sali y mire por donde Sara siempre venia decidi ir a un campo la verdad es que muy poca gente va allá.

Camine y camine por largls 10 minutos hasta que llegue.
Me recoste en una banca que estaba bajo unas palmas y puse mi mochila como almohada.
Me quede pensando.
Demasiadas cosas pasaban por mi mente tantas que no podia elegir una para quedarme con ella al fin.

-¿Pensando?-
Escuche que alguien hablo me sente y era un chico alto delgado un poco moreno con el cabello negro delgado y lacio que jamas habia visto, o si lo habia hecho alguna vez. No lo recordaba.

-Emm si un poco-
Dije mirandolo.

-A mi me gusta venir aqui a pensar-
Dijo sentandose a mi lado -Como ya lo habras notado en las mañanas siempre esta algo solo y no hay ruido mas que el del aire y los pajarillos-

-¿No estudias?-
Pregunte.

-No, termine mi carrera este año que paso ahora trabajo soy licenciado- sonrío -Me llamo Christian- extendío su mano.

-Mi nombre es Annie-
Dije tomandola.

-¿Tu si estudias verdad?
Dijo mirando hacia el enorme campo de futbol.

-Si solo que hoy no tenia ganas de ir-
Baje la cabeza mientras veia mis manos.

-Problemas con el novio-
Sonrio.

-No, nisiquiera tengo novio- reí -Es solo que estoy algo confundida-

-¿Quieres hablarlo?-
Dijo poniendo sus manos a un lado de cada pierna.

-Bueno la verdad es que mi mejor amigo me dijo que le gusto y luego me beso- lo mire -Bueno en realidad nos besamos-

-¿A ti te gusta?-

-No, bueno no se-

-Mira no soy experto en estas cosas tampoco se exactamente que te tiene confundida pero si tú sientes algo por el, porque no te arriesgas, nada pierdes con intentarlo-

Sus palabras me hicieron recapacitar quiza Nathan no era el mejor pero al menos ayer me demostro otra versión de el.

-Bueno solo pasaba- se paró -Espero que nos volvamos a ver Annie-

-Si eso espero y gracias por el consejo-

-No te preocupes cuando quieras-
Nos miramos para luego sonreir.
Él se marcho y yo seguí sentada.

En realidad no se porque le habia contado mis problemas o mis dudas a un completo extraño.
Tenia que hablar con Nathan.
Pero primero tenia que saber que decir.

Apague mi teléfono para que nadie me molestara al intentar pensar y alli pase toda la tarde acostada en una banca.
Poco a poco el sol comenzo a estorbarme, eran las 2pm.
Ya era hora de volver a casa.

Nathan

No sabia que habia pasado con Annie, no fue al instituto y tampoco contesta el teléfono.

Me sentí culpable porque fuí yo quien la beso, nunca un beso me habia importado tanto.

Entre a casa mi madre no se encontraba entre a mi cuarto y no dejaba de marcarle a Annie y seguia en buzón.
Luego recorde que si me contestara que le iba a decir.
Deje de intentarlo y mejor me acoste en la cama con mis manos extendidas.

Creo que ella habia dejado claro que no le importaba, me sentia debil no queria saber nada.
Nunca una chica había sido tan rogada conmigo pero debia asumir que Annie no era cualquier chica.
Queria olvidar todo queria volver el tiempo atras y no averle dicho nada, seguíriamos hablando como antes. Nada de esto hubiera pasado pero no habia otra obción.
El hubiera no existe.

Decidi ir al GYM porque con ejercisio me distraia.
Me puse algo cómodo para entrenar y sali del cuarto.

-¿Vas a salir?-
Mi madre hablo desde la sala.

-Si mamá ire al GYM-
Abrí la puerta principal.

-Vuelves antes de la cena-
Escuche antes de cerrarla.

Iba caminando cuando mi teléfono empezo a sonar.

Llamada teléfonica

-Hey-

-¿Annie donde te habias metido?-

-Nathan perdón fui muy pesima contigo, ¿podemos hablar?-

-Claro dime donde y alli estare-

-Justo aquí-
Dijo y voltee detras de mi.
Annie me miro y corrio hacia mi abrazandome.
La abrace como si fuera la primera y última vez-

-¿Annie que pasa?-
Me aleje para poder mirarla.
Ella aun traia su mochila.

-Nathan, me gustas-
Una corriente mas fuerte que electrica recorrio mi cuerpo en segundos y me quede atónito -No quiero que pienses que me veo obligada a decirlo fui una idiota ayer debi decirtelo pero estaba confundida no sabia que hace...- puse mis dedos en sus labios.

-Annie- dije tranquilo -¿quieres intentarlo nuevamente?-
Le quite mis dedos.

-Si-
Me solto y se separo un poco de mi, nuestras mentes estaban conectadas aunque no era gran cosa, nunca habiamos tenido algo como para volver a intentarlo.

-Annie- la mire y tome su mejilla - Me gustas-

-Tambien me gustas-
Dijo sonriendo para luego sentie sus delgados brazos sobre mi cuello.
Y la bese. No habia diferencia entre el de ayer y el de este momento seguía siendo el mismo.
Pareciera que solamente nos habiamos separado unos segundos para volver a besarnos.
Sus labios eran carnosos y demasiado suaves.
Cuando nos separamos la mire y sonreimos.

-Sigues impresionandome-
La abraze.
Solamente sonrío y decidí llevarla a su casa, el GYM podía esperar.





Un infinito entre nosotrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora