❝No me llores❞|Capítulo Nº6|

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Pero esa puta, la gira y la fama me hicieron tener que mentirte en la cara

Flashback (27 meses de relación)

《Mauro》

Después de terminar mi gira por España decidí no hacer mas fechas ni grabar mas por al menos dos meses, esto nos sirvió bastante a Ana y a mi, fortalecimos la relación y estamos bien y felices.

Hoy es mi último día de descanso y decidimos venir a la casa de los padres de Ani a comer, estan encantados con el embarazo.

Mi teléfono sonó y me alejé de los presentes para atender.

¿Hola?.

―Mau, soy Iara, ¿podes venir a casa para hablar?

―¿Que querés pendeja? ya hablamos lo que teníamos que hablar. Dejate de joder, tengo novia y estoy esperando un hijo. Cortala.

―Mauro, inventale una excusa a tu piba y veni para casa porque le voy a mandar la foto que saque en España y sabes que lo voy a hacer.

Bufé enojado, histérico, con bronca pero no podía culpar a nadie mas que a mi.

―En media hora estoy ahí.

Le corté.

Al voltear vi a Ana acercarse con una gran sonrisa en su rostro, algo se removió dentro de mi, hacía mucho tiempo que no la veía así.

―Mi amor― le dije apenas llegó a mi lado― me adelantaron el horario del show, me tengo que ir ya.

Su expresión cambió radicalmente.

―Pero en dos horas empieza el Baby Shower, ¿no vas a estar?― me pregunto con los ojitos tristes.

―Perdón mi amor, pero no voy a poder― por culpa de esta pendeja no voy a estar en la primer festividad de mi hijo, me odio y la odio.

―Bueno, llevame a casa y mas tarde le pido a Ignacio que me traiga, mis viejos se van a acostar un rato― me dijo sin expresión alguna, una oleada de celos me recorrió el cuerpo entero.

―¿Ignacio?¿Ecko?.

―Si Mauro, Ecko. Es mi amigo y quizás el mejor y si no te gusta, vas a tener que hacer que te empiece a gustar, porque las cosas son así― se pegó media vuelta y se fue por donde vino dejándome con la palabra en la boca.

(...)

Puse el auto en marcha y esperé a que Ana saliera de la casa de sus viejos. Mi teléfono sonó, era un whatsapp de un número desconocido pero yo sabía perfectamente que era Iara.
Me había mandado un screenshot del número de Ana y un "Te quedan menos de quince minutos".

Empecé a desesperarme, toqué bocina para avisarle a Ana que tenía que salir rápido, y así lo hizo con una cara de orto impresionante.

―Banca un toque, loco. Encima que te tomas el palo cuando se te canta, me apuras― se subió al auto y se colocó el cinturón de seguridad y arranqué a toda prisa.

―Asi que, sos amiga de Ecko― dije mirando hacia el frente.

―Si― respondió simplemente y sin siquiera mirar en mi dirección.

―Y, ¿desde cuando?. Digo, si se puede saber...― traté de sonar sereno pero quería saber, necesitaba saber.

―Desde que te ibas a la mierda y me quedaba sola― esta vez si me miro y lo hizo con odio.

―Baja un cambio Ana, ¿que te pasa?.

―¿Posta me preguntas que me pasa boludo? Es la primera vez que festejamos algo que tiene que ver con tu hijo y vos no estas porque te vas a la mierda. No me molesta que tengas que tocar, y lo sabes, te agradecí un montón cuando te tomaste dos meses para estar con nosotros pero habíamos quedado en que te ibas a la madrugada, no a las cinco y media de la tarde― se cruzó de brazos

―Boluda, no me voy porque quiero, me tengo que ir― la mire por unos segundos y volví la vista al camino.

―Mau, no se si quiero seguir con esto, no es sano para ninguno de los dos, en dos años las cosas solo cambiaron para peor― volví la vista a ella.

―Ana, ¿me estas dejando?― esperé la respuesta en silencio mientras ella analizaba sus manos como si un enorme misterio se hallara en ellas.

Levantó la vista mirando hacia el frente y abrió los ojos como platos.

―¡Mauro, el auto!― había un choque de tres autos enfrente de nosotros, quise frenar pero ya era tarde.

Sentí el impacto y luego todo se puso negro.

No me llores ; Mauro LombardoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora