Capítulo 4.

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Lauren Jauregui.

Rechino los dientes molesta.

—¿Cuánto tiempo estarás fuera?

—Tres días Lauren. —Dice Camila mientras dobla a la perfección su ropa.

—Quiero acompañarte. —Digo tomándola de la mano.

—Yo también deseo eso. —Me sonríe nostálgica. —Pero tienes que acabar el vídeo.

—Puedo terminarlo a la vuelta... —Ruedo los ojos al ver su desaprobación.

—Venga Camila. —Hago un puchero. —Por favor.

—Por muy linda que te veas. —Da un beso en mi frente. —Necesito que termines ese vídeo para poder verlo mientras vuelvo en el avión y así luego compensarte.

Su idea me hace retorcerme y suelto un leve gemido que ella logra oír.

Se acerca a mí y hunde su cabeza en mi cuello, su nariz hace cosquillas en el y una corriente hace que todos mis vellos se ericen.

—Tienes que descansar. —La aparto con delicadeza.

—No me jodas Lauren. —Protesta mientras vuelve a hundirlo. —Voy a estar tres días sin nada de sexo.

—Podemos hacer vídeo llamada. —Río con malicia. —No podré dormir sin tus dedos recorrer mi cuerpo.

—Ni yo sin tus gemidos. —Me mira divertida.

Sus ojos me miran deseosos, recorren todo mi cuerpo y paran en mis labios.

Y ahí brillan haciendo que un suspiro brote de mi garganta.

—¿En qué piensas Jauregui?

En comerte...

¡Lauren céntrate!

—Nada interesante. —Digo restándole importancia.

—Todo lo que pase por esa bella cabeza es interesante. —Me guiña un ojo. —O por lo menos para mí.

No me lo estás poniendo fácil Camila...

¿Sabes qué?

¡A la mierda!

—Estaba pensando y estoy pensando en que quiero comerte. —Suelto después de varios segundos.

—Eso suena tentador Jauregui.

Bajo su pantalón de pijama y puedo ver lo mojada que está, abro sus piernas y antes de hacer mi trabajo muerdo mi labio inferior.

—A saber en lo que estabas pensando para estar así de mojada... —Digo antes de dejar a mi lengua saborear lo que se encuentra enfrente suya.

—En esto.

Camila Cabello.

Veo el rostro de Lauren y su imagen me parece la cosa más tierna que he podido ver en toda mi vida.

Su pecho sube y baja con tranquilidad y como me encantaría que me mirase con sus grandes ojos verdes.

Pero verla desde este ángulo es mucho mejor...

Cuando caigo en cuenta de que estoy completamente desnuda, recuerdo que toda mi ropa se encuentra dentro de la maleta.

Decido abrir el armario de Lauren y agarrar la primera prenda que vea para tumbarme a su lado a dormir las pocas horas que me quedan.

Agarro una camisa blanca básica y me la pongo, voy a cerrar el armario cuando algo llama mi atención.

Su cajón de lencería está medio abierto y puedo ver con total perfección todas sus bragas y sujetadores.

Pequeña Tentación. (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora