Pequeña Tentación. (Camren)

Capítulo 1.

Camila Cabello.

Lauren movía sus caderas al ritmo de la música y no podía evitar retorcerme en la silla.

Que sexy te ves Lauren...

Ella se dio cuenta de mi presencia ya que pude notar que se subió más los pequeños pantalones que llevaba puestos.

Eso hizo que una sonrisa con malicia se formara en la comisura de mis labios.

¿Quieres jugar eh Lauren?

Ella es la menor y tiene más cordura que yo y eso de ella me vuelve loca.

—Está bien, hagamos un descanso. —Dice el director del vídeo. —Lauren ven un momento.

Ella le guiña el ojo a la rubia con la que comparte coreografía y menea sus caderas hasta llegar a él.

No puedo oír que le dice, pero por su cara, está enfadada y en un momento me señala con su dedo índice y se marcha molesta.

Yo me levanto y voy hasta su camerino.

Al entrar ella me asesina con la mirada, se quita las botas y después baja las medias que lleva y acto seguido se baja los pantalones y me los lanza.

—¿Quieres arruinarme el vídeo? —Pregunta para después dejarse caer en el sofá. —Eres tan...

—¿Tan qué? —Alcé las cejas con esperanza.

—Inoportuna. —Ríe a carcajada suelta. —¿Qué pensabas que te diría Camila?

Di pequeños pasos hasta ella segura de lo que haría, porque sino me quieres, haré que lo hagas Lauren.

—Camila no te acerques.

—¿Porqué? —Pregunto acariciando su hombro. —¿Te excita tenerme cerca?

—Al contrario querida Camila. —Agarra mi mentón. —No me gustas y nunca me gustarás.

—¿Te gusta más la rubia con la que grabas?

—Podría ser. —Acerca sus labios a los míos y los roza. —Tiene una agilidad con los dedos y cuando...

—Calla. —La agarro de las hebras de su cabello para atraerla. —¿Crees qué tienes el control?

—Por supuesto que lo tengo.

—¿Entonces no te importará qué pruebe la coreografía con tú amiga? —Pregunto y su cara cambia drásticamente.

—No te atreverás.

—¿No Lauren? —Río acariciando su mejilla. —Que ilusa eres aún.

Me levanto y abro la puerta para después ir al cuarto donde guardan los extras de la ropa.

Comienzo a quitarme la ropa cuando oigo que la puerta se cierra, quedando en este pequeño cuarto sólo Lauren y yo.

—¿A qué estás jugando? —Posa su mirada en mi ropa interior y yo río.

—A lo mismo que tú Jauregui.

Salgo del cuarto y voy hasta donde está la rubia de pecho operado.

Ella al verme, sonríe y pega un bocado a su manzana que se encuentra a medias.