Capítulo 14

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Aquellas malditas voces.

No sabía que sucedía con ella, estaba empezando a preguntarse si el mismísimo satán la había poseído o si realmente se estaba volviendo loca.

Después de su extraño viaje a Japón, no había sucedido nada fuera de lo normal, hasta el día de ayer que por alguna razón había comenzado a escuchar unas voces en su cabeza a ciertas horas del día. No podía decir exactamente de quién o de quienes eran las voces ya que no eran más que murmullos o susurros en un volumen que probablemente sean imposibles de escuchar si te encuentras a una gran distancia, pero eso no era problema para Sowon porque la voz se podía escuchar al lado de su oído izquierdo.

Estaba considerando ir a un psicólogo, pero que le diría: "Estoy teniendo lagunas de tiempo" "Estoy escuchando voces en mi cabeza" "Veo a una niña que me persigue en mis sueños"

Quizás debería ir, pero el miedo de escuchar algo grave y que cambie su vida, le impedía siquiera pensar en la posibilidad de poner un pie en ese lugar.

Miró el reloj en la pared de su oficina, eran las cinco en punto de la tarde. Ayer comenzó a escuchar los murmullos a esa hora, difícilmente pudo distinguir que era solo una voz, quizás la de una mujer.

Sacudió su cabeza y siguió revisando su computadora, dudaba escuchar otra vez esa voz a la misma hora. Después de unos minutos comenzó escuchar el murmullo de lo que parecía ser la voz de ayer, miró el reloj. Eran las cinco y diez.


[...]


El murmullo había durado solo treinta minutos y había desaparecido. Luego de eso se fue de la oficina para descansar, por eso se encontraba sola en el apartamento de Eunha ya que esta había salido a comprar con Yewon y Yuna.

Estaba viendo una película, pero no se podía concentrar en ella ya que miraba su teléfono cada cinco segundos para ver la hora.

A las siete en punto de la tarde comenzó a escuchar dos murmullos, eran dos personas al igual que ayer excepto por la hora pues ayer habían empezado a sonar a las siete y media. Aquellas dos voces se habían adelantado treinta minutos.

No quería pensar en lo que sucedía, sabía que no era normal escuchar voces, pero extrañamente esas voces le hacían sentir una comodidad y una sensación de hogar que rara vez podía sentir, incluso podía decir que la calidez de Eunha no se comparaba con la paz que le hacían sentir los murmullos. Aunque se encontrara sola, las voces parecían acompañarla quitando su soledad y su angustia.

En resumen, se estaba volviendo completamente loca.


[...]


Los meses pasaron, pero los murmullos que escuchaba Sowon ya no eran murmullos, ahora se podía escuchar más claro lo que decían.

—Sowon—Eunbi dijo mientras dirigía su mirada a Sowon.

—....—

—Idiota—Eunbi empujo a la mayor que parecía estar en un trance mirando el reloj.

—¿Que? —Preguntó Sowon quitando la vista del reloj. Eran las cinco y media.

—Estoy pensando en quitar el reloj de la muralla porque parece que le prestas más atención a eso que a mí—Respondió con un tono serio—Te he hablado seis minutos y tú pareces ida mirando el reloj, ¿Quieres que te lo regale o algo? —Respondió en un tono de broma, pero también había un rastro de preocupación.

—No, solo estaba esperando algo a las cinco, pero parece que se atrasó—Sowon contestó seriamente, mientras Eunbi la miraba raro.

—¿Qué se supone que tienes que esperar? Por lo que tengo entendido ya no tienes más trabajo hasta mañana—Eunbi preguntó.

—Estoy esperando a la voz—Sowon miró a Eunbi después de chequear la hora—Te dije ayer que estaba escuchando voces—Le dijo.

—Pensé que hablabas de la película, pero si es verdad lo que me dijiste ¿Qué esperas para ir a un psicólogo? —Eunbi dijo con un tono serio, no estaba bromeando—No es normal que escuches voces, Sowon—Terminó de decir con preocupación.

—Ya sé que no es normal, pero no pienso ir a un psicólogo—Sowon respondió.

—Sojung, esto es serio—Eunbi comenzó a hablar con delicadeza—Eunha me contó sobre el incidente de tu viaje a Japón, Sabes que no es normal perder el conocimiento o escuchar voces—Eunbi calló al ver a su amiga mirar el reloj fijamente.

—Esta bien, sé que no es normal, pero estoy segura de que no es nada y tienes que prometerme que no le dirás a Eunha de esto—Sowon le pidió.

—No se lo diré a nadie por ahora, pero tienes que prometerme que irás a un psicólogo después de que Eunha tenga él bebe—Eunbi miró su teléfono.

—Te prometo que iré—La mayor contestó con seguridad.

—Más te vale—Eunbi le sonrió—Dicho esto me retiro. Yerin me va a matar, le dije que la iría a buscar a su trabajo y voy treinta minutos tarde—Eunbi se dirigió a la puerta.

—Prepararé tu funeral—Sowon bromeo—Cuídate—Se despidió con una sonrisa.

—Piensa en lo que te dije, nos vemos—Eunbi se despidió y salió del apartamento.


[...]


Sowon soltó un suspiro, eran las seis en punto y la voz no había aparecido. Mientras miraba la televisión escuchó lo que esperaba.

—Hola, lamento ****** tarde, ***** que recoger * **** y se ** **** imposible llegar ********.

No ** qué ***** esperando, **** tienes *** *********. **** te ********, **** ** ***** y yo no ***** ********* ** lugar.

Te *** *****, **** necesito ****** *** ** vida.

Esa era la voz, pero nunca llegaba a comprender lo que decía completamente. Siempre eran palabras sueltas y no lograba conseguir conectarlas.

¿Mejores Amigas? | WonHaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora