Vas caminando dejando las emociones y sentimientos atrás, pero, llega un momento que ya no aguantas más. Te golpearon donde más te duele e intentas disimular al inicio pero al final te mueres y empiezas a agonizar. Mi pequeña esperanza me ignora y no le puedo contar, porque las palabras se me acortan y para él ya no soy prioridad.
Me van contando historias de mi debilidad y la situación va empeorando más. Conectada a un respirador en una cama de hospital y yo acá en casa sin poder hacer nada, confiando en el supremo ser para que esto se acabe ya y pueda vivir en paz, amándola cada día más.