Operación Glee (Las Amigas)

Jesucristo Superstar

Las calles de Madrid se hacen eternas para Amaia.

Hace unas horas que ha llegado en bus desde Barcelona, huyendo, huyendo de la realidad.

Tras ir a la ginecóloga nada ha mejorado, al contrario.
La morena SÍ está embarazada, y eso dificulta las cosas.
A su abuela no hace falta que le deje una nota, seguramente piense que está de vacaciones o en casa de una amiga.
Y su madre y su padre justo se han ido a Pamplona el día anterior, lo que le facilita la escapada.

Amaia no quiere ser madre. No a los 16, y no de un desconocido.

Ella no quiere admitir que huir es una mala idea, pero en el fondo lo sabe, lo ha dejado todo por asustarse, por cagarla, como siempre.

Cuando marchó dejó dos cartas.
Una a Miriam, para contarle por encima lo ocurrido y para pedirle perdón por la situación que se estaba creando y otra a Alfred, sí, a Alfred.
Esta última por todas las veces que le ha hablado mal y ha pasado de su culo, en especial la última vez, y también dejándole claro que ella ya sentía algo por otra persona.

Amaia ni si quiera conoce a nadie que viva en Madrid, no tiene familiares, ni amigos, NADA.

Pero espera encontrar a alguien con quien compartir piso, porque dinero, tiene, sus padres le han dejado un sobre para subsistir con su abuela estos dos meses, tiene 1000€ aproximadamente, pero espera que con eso pueda llegar a fin de mes.

El móvil lo ha dejado en un baño de la estación de autobuses, ha pensado que podrían rastrearla o algo parecido.

Y ahora, está frente a la puerta de otra clínica de planificación familiar.

Entra decidida y se posa en el mostrador.

- Hola, ¿en qué puedo ayudarte?- dice una mujer sin apartar la mirada del ordenador.

- Vengo a abortar- dice Amaia haciendo que la chica del mostrador la mire sorprendida por la ligereza con la que lo suelta.

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- ¿Y no pone nada más?- pregunta Raoul releyendo la carta por quinta vez.

- No- le contesta Alfred ahora ya más tranquilo.

- Tenemos que hacer algo- dice Agoney preocupado por la noticia dando vueltas por la habitación.

- No podemos hacer nada, se ha ido- explica el moreno secándose las últimas lágrimas.

- Pues hay que encontrarla- dice el canario como si se le hubiera ocurrido algo.

- No sabemos dónde está- dice Raoul confuso por la situación.

- A ver chiquillo- dice Agoney- existe la mierda esta del iPhone que te localiza a la persona.

- ¿El qué?- pregunta Alfred.

- Aaaaah, lo de amigos- aclara Raoul- ¿y la tienes agregada no?

Agoney se queda pensativo.

- No- suelta finalmente- Pero sé de alguien que sí.

*
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Nerea había pasado una mala noche, se encontraba mal y nadie le respondía a los mensajes.
Ha decidido ir en la biblioteca del insti para estudiar para el examen de mates de hoy, cosa que los demás no hacen, y es consciente de que de nuevo aprobará con un sobresaliente.

- Eh, rubia- alguien perturba su paz- necesito tu ayuda.

Es la niñata engreída de Aitana Ocaña, la misma que hace poco le estiró de los pelos y estuvo a punto de pegarla.

- No- dice la rubia sin más.

- ¿Cómo que no?- pregunta incrédula la morena.

- Como que no- vuelve a decir la rubia, esta vez mirándola retadora a los ojos.

- Me tienes que ayudar- dice la chica sentándose en la mesa- además, te interesa.

Nerea levanta la mirada del libro de matemáticas.

- ¿Qué pasa?- dice no muy segura de preguntar.

- Marian ha desaparecido- dice Aitana mirando inquietamente a los lados- y Cepeda tiene que encontrarla.

- ¿Ha desaparecido?- pregunta Nerea incrédula.

- Sí, y no sola- le responde la morena- Cepi dice que Roi se ha fugado con ella, y quiere encontrarlos.

- Mmm.. ¿Y quieres que yo vaya con vosotros a buscarla?- dice riendo.

- Sí, ese es el plan- explica Aitana.

- Pues no creas que voy a aguantar a ese imbécil- dice Nerea cerrando el libro y levantándose para poner camino a fuera de la biblioteca.

- ¿Y a mí sí?- pregunta la del flequillo divertida.

- Eres menos insoportable- explica con una pequeña sonrisa.

- Hoy a la hora de comer en el patio grande- dice Aitana yéndose al acabar.

Nerea no está segura de lo que hace, no quiere ir, ni siquiera sabe si es cierto lo de Miriam, pero está dispuesta a averiguarlo.