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—desayuno —repitió jungkook claramente, incapaz de pensar en otra excusa.
—sí, ven a la cocina.
yoongi desapareció, dejándolo solo mientras observaba cuidadosamente la puerta del cuarto.
ahora, ¿por qué estaría cerrada? a menos de que estuviera ocultando algo. él nunca la cerraba cuando jungkook y los chicos iban a visitarlo.
había algo dentro. esperando a yoongi para despojarlo de su (¡no era suya!) camiseta y...
sus pensamientos se vieron interrumpidos por la voz del rubio mientras lo llamaba. todavía absorbido por sus teorías, jungkook se adentró en la cocina, con su mente apoyándose en la primera teoría formulada (él siempre confiaba en sus instintos) e interiormente pensaba conforme pasaba el tiempo en como atrapar...
todos sus pensamientos se detuvieron al ver la vista que le daba la bienvenida.
yoongi estaba insultando en murmuros. murmurando cosas como ''resaca'' y ''torpe'', una y otra vez. su trasero se contorneaba, obligando a jungkook a enfocarse en la piel ataviada en algodón de color crema antes de que sus ojos rápidamente se dirigieran a observar la pared.
luego a yoongi.
...su pantalón comenzó a apretar. hacia mucho calor.
—kookie, ¿puedes comenzar con la cafetera? no puedo encontrar las tazas, pero estoy seguro de que las puse por aquí abajo.
su voz parecía amortiguada, y la parte superior de yoongi había desparecido en la alacena inferior, revolviendo y haciendo ruido. su trasero salía a la luz mientras esparcía sus rodillas y buscaba en el fondo.
jungkook, con su boca de repente seca, se dirigió a comenzar la cafetera.
este no es el momento para distraerse.
él tenía una importante misión que cumplir.
finalmente, encontrando las tazas que estaba buscando, yoongi se paró y procedió al ritual de hacer café, prendió la estufa y con somnolencia, reunió sartenes e ingredientes para preparar huevo y tocino.
el olor se impregnaba en el aire, como calidez en un día lluvioso.
cuando todo estuvo listo, yoongi puso la comida sobre la mesa sin preámbulos y tomó su humeante taza, bebiendo con gusto.
—hm... —cerró los ojos y gimió suavemente, usando las mangas de su (¡no era de él!) camiseta para tomar la taza. la acción deslizó un poco la prenda sobre su hombro, exponiendo su suave y blanca piel... que tenía rasguños rosas en ella.
jungkook parpadeó.
¿acaso él... acaso ese chico le había rasguñado? mientras ellos estaban...
la molestia no sé hizo de esperar y comenzó a revolver sus entrañas. jungkook comió lo más rápido que pudo y tomó su café hirviendo sin ni siquiera tomar una pausa. luego se paró de la mesa.
