Especial 1

5.1K 330 97
                                    

Un día de primavera...

Hay una preciosa mañana donde los pájaros revolotean compartiendo su canto, el Sol tan brillante y majestuoso brindando su calor usual de la estación, las flores perfumando a su alrededor con aquellos colores llamativos. Todo parece estar perfecto, el ambiente a primavera motiva y alegra a cualquier ser humano. Sin embargo... Puede que no a todos...

Me encuentro con mi amo en el salón especial donde toma sus clases, ya que me encargo de impartirle clases en la materia de Historia, el único detalle es que el gran "señor" del hogar, se encuentra con un humor de los mil demonios, y eso, que soy uno...

Con cierto enojo me mira al no ceder que evitáramos la materia. En toda la clase, sé a la perfección, que no tomó nota mental alguna.

- ¿Entendió la clase? - no me contesta - ¿tiene alguna duda? - sigue sin contestar así que suelto un pesado suspiro para tratar de calmarme - ¿puedo saber que le molesta? Después del desayuno ha estado así, a diferencia de la noche anterior, donde se entregó con una gran pasión haciendo eco la habitación con sus dulces gemidos - cierro los ojos para rememorar tal escena donde al abrirlos veo a un joven aún más molesto con el rostro apenado por lo dicho.

- Cállate - evade su mirada

- Al menos habla, ya había pensado que el gato se hubiera comido su lengua - burlón le dije provocando su mayor ira.

- ¡Ese el maldito problema! - se para de su lugar para señalarme - tú y tus... - se calla al darse cuenta de lo que iba a decir, dejándome confundido - olvídalo, me largo - aun con la sorpresa, solo lo veo irse por la puerta azotándola con fuerza.

"Tú y tus..." Rememoro esto último para tratar de idear a lo que se refería, no hallando una casualidad en su expresar.

Con todo lo pasado, me siento frustrado, viendo en el reloj la hora, la cual es perfecta para citarme con una hermosa damisela a quien he tenido el gusto de ver en estos últimos días. A pesar de que en la mañana la vi, con lo que me cargo por culpa de mi amo, me dan ganas de ir a buscarla.

Decidido, bajo a la cocina para sacar del refrigerador un poco de leche, vertiéndola en un tazón. Con lo necesario, me encamino a ir al patio trasero, buscando con la mirada a aquella criatura que me tiene fascinado desde el momento en que mis ojos la vieron, y justo en tiempo, la señorita de acerca a mi persona notando lo que traigo en manos, sabiendo que es para ella.

Gustoso me agacho hasta que por fin los dos quedamos cerca donde en ese momento la tomo entre mis brazos para acariciar su bello pelaje, ah, son hermosos los gatos, sus patitas tan suavecitas, y ellos tan esponjosos.

Al ver que disfruta de mi tacto, sonrío complacido, y en cuestión de segundos percibo una fuerte mirada que parece provenir en el piso del despacho, y justamente, la ventana de ese lugar, queda perfecto para admirar lo que hago desde aquí, más no encontré al dueño. Sin embargo, con esta confirmación, doy por sentado a lo que mi joven amante quiso dar a entender anteriormente, recordando que pudo a ver visto lo mismo, ya que sí, me declaro culpable de a ver tenido en mis brazos a alguien más que no fuera el dueño de mis placeres.

Sonrío ampliamente por la treta que acabo de ingeniar, pero para eso, deberé esperar a que caiga la noche, donde los juegos adultos son más divertidos.

Durante el resto del día, serví profesionalmente a mi muy malhumorado amo, donde después de a verme visto doblemente en la misma situación, hizo que su cólera subiera de nivel. Y por supuesto, todo era en contra mía, pero lo dejé pasar al entender a qué se debía y claro, obtendría mi revancha, por ello he soportado todos sus berrinches.

Ha caído el crepúsculo, la luna ya se encuentra en su posición en el cielo dejando reflejar su luz al iluminar la mansión. En la hora justa, escolto a la cabeza de la empresa a su habitación para preparar el baño, donde no se tomó la molestia de hablarme en el camino.

Términos pasionalesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora