Primera parte: Difícil.

3.3K 225 9
                                    

Un año completo de relación, una relación clandestina, manteniendo en secreto su felicidad.

Sentí un tirón en mi túnica y casi largo un grito del susto.

—Maldita sea, Draco, ¿Por qué siempre me asustas? —Observé como cerraba la puerta del armario y se giraba con una sonrisa. —Te divierte, ¿no?

—Oh, Granger, me encanta. —Se acercó a mi y tomándome por la cintura, me besó.

Sus besos, sin duda amaba sus besos con cada pedacito de mi corazón y lastimosamente los disfrutaba solo en las noches o en estas mini escapadas.

—¿Pasa algo? —Preguntó separándose lo justo y necesario para ver mis ojos.

—¿Por cuánto tiempo más? —Susurré, sentía pena. Mucha pena.

—Granger... Tú, tú sabes... No puedo. —Murmuro en un susurro.

—Yo tampoco puedo más... No me es fácil como a ti fingir, para ti es fácil pasear de la mano con Pansy, luciendo como el príncipe que eres... Ya no puedo, no más Draco, te amo... Pero también me amo a mí. —Solté una lágrima y lo alejé lentamente para salir, no opuso resistencia y eso fue de ayuda.

Era tiempo de dejar ir.

-

Estaba estático en mi lugar, se ha ido... todo se fue a la basura, la chica que amo acaba de alejarse de mí y yo no hago nada. Ni lo haré, porque soy un cobarde.

Me arrastro hasta quedar sentando en el suelo, siento que todo a mi alrededor se cae a pedazos, mi mundo se desmorona poco a poco. La felicidad se me va de las manos. En el fondo sabía que esto llegaría en algún momento, el agotamiento y la pena de tener que andar a escondidas, ¿por qué no mejor buscar a alguien con quien pasear por el castillo tranquilos y libremente?

Salí con pesar del armario donde más de una vez la había apresado para poder besarla, abrazarla, mimarla. Me dirigí casi por inercia a mi sala común y entré sin ser conciente de lo que ocurría a mi alrededor.

—¿Draco? —Levanté mi vista lentamente. —Draco, dios, ¿qué pasó? —Pansy se levantó dejando su libro a un lado. —Lloras mares, ¿alguien te vió así? joder... Espero que no. Tu padre te mataría.

Llevé mis manos a mi cara, ni siquiera las había sentido bajar.

—Se acabó Pansy... ella llegó a su límite... se me fue y no pude hacer nada. —Me lancé a unos de los sillones, apesadumbrado.

—Joder... —Murmuró sentándose a mi lado, dando leves caricias en una de mis manos.

—Detesto ser un Malfoy, lo detesto si eso me impide estar con quien amo... —Suspiré. —Que daría por cambiar mi linaje... que las cosas fueran más fáciles.

—Las cosas no son fáciles para nosotros, Draco... Para nada fáciles. —Me abrazó con ternura, si bien fingía ser su novio, ella solo era mi mejor amiga, ella de todas formas, también ama a alguien más.

—No ha pasado ni una hora y ya la extraño, la extraño kilos, Pansy... ¿por qué tengo que ser un cobarde? ¿por qué no puedo ir y simplemente confesar todo lo que siento? —Lloré, lloré por no ser ni la mitad de valiente que era mi leona.

-

—Quizás es lo mejor... —Murmuró Harry sobando mi espalda lentamente.

—Lo amo, Harry. ¿Es lo mejor si estoy así por él? —Solté un sollozo.

—Podrían volver si se arma de valor, no mereces andar escondiéndote, más de algún chico estaría feliz de andar de tu mano por todo el mundo mágico, necesitas alguien así, alguien que esté orgulloso de andar a tu lado. —Volví a sollozar. Dolía.

—Solo lo quiero a él, a nadie más... —Me acurruqué en Harry, para soltar la pena que traía en el pecho a punta de llanto.

Al día siguiente sentía que me veía horrible, tampoco me importaba, tenía pena acumulada y solo quería que todo acabara rápidamente, pero estaba lejos de ser así.

—Vamos Herm, debes comer algo... —Harry trataba de convencerme de bajar al gran comedor, pero no podía, no quería. —Si no te levantas, te llevaré en brazos, no dejaré que te mueras de hambre. —Me mantuve en silencio, leyendo, no tenía hambre. —Bien, me obligaste, Mione.

Harry se acercó y me levanto con facilidad del sillón, poniéndome sobre su hombro.

—¡Harry, bájame! ¡no tengo hambre! —Traté de bajarme, pero era imposible.

—¡Tienes que comer! —Me llevó en su hombro hasta que llegamos a la entrada del gran comedor, donde me bajó y se puso tras mío para que no escapara.

—¡Bien! —Suspiré y me giré para sentir una punzada en mi corazón, Draco...

—Malfoy. —Saludó Harry seriamente.

—Vamos a comer... —Susurré, seque una lágrima rebelde y me giré en dirección a Harry, no quería romperme frente a él, de una u otra forma sabía que le afectaría.

Tiré de la túnica a Harry y nos adentramos al gran comedor, donde la mayoría de los alumnos comían y conversaban felices, me senté dando la espalda a la mesa Slytherin, si lo veía, me rompería, otra vez.

—Mione, estas tortitas están buenísimas. —Trató Ginny de convencerme de comer.

—Pero no tengo hambre Ginny... —Suspiré, sentía un agujero en el estómago, sentía de todo, menos hambre.

—Al menos come por tu salud... Por favor. —Murmuró tristemente acercándome el plato de tortitas, ella y Harry sabían de Draco, nadie más.

—¿Estás enferma, Herm? —Preguntó Ron, lo miré y asentí.

—Me duele el estómago, nada del otro mundo... Comeré una Ginny, nada más. —Mencioné acercándome una tortita a la boca.

-

Solo podía ver su maraña de cabello, estaba de espaldas a mí, me dolía el pecho, nunca había sentido tanta pena.

—Deja de torturarte, Draco... —Murmuró Pansy en mi oído, sobando mi mano sobre la mesa.

—¿La viste? Estuvo llorando... Siempre que lloraba era por culpa de algún comentario de la comadreja, siempre me encargaba de hacerle algo, para que pagara... Pero esta vez... Esta vez lloró por mí... Soy un idiota. —Apreté su mano, tenía rabia conmigo mismo.

Las puertas del comedor se abrieron y pude ver como un jovial Theodore Nott entraba de la mano de Luna Lovegood. ¿Qué?

Caminó relajadamente hasta la mesa de la chica, donde la dejó luego de darle un beso en los labios, de nuevo... ¿Qué? 

 —¿Theo? ¿Qué fue eso?—Preguntó Blaise sorprendido. 

—¿El qué?—Se sentó naturalmente a mi lado y tomo unas tostadas. 

—Eh, no sé hermano, quizás el hecho de que llegaste de la mano de la Lunática. —Comentó de manera irónica.—Y que la besaste. 

—Te pediré que por favor no la vuelvas a llamar así, se llama Luna y ¿qué tiene de malo? —Mordió su pan y robó  algo de mi jugo que no había bebido, ni bebería.   

—No, nada... Solo que es raro. —Respondió Blaise a modo de disculpas.

—Me parecía... —Respondió para seguir comiendo feliz de la vida.

—Quizás deberías seguir los pasos de cierto amigo tuyo... —Murmuró Pansy para comenzar a comer un trozo de torta.

Quizás...

Amo a Hermione Granger. | o n e s h o t |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora