4 de Mayo.

Uno

Muchos suelen creer que la vida de un Idol coreano es fácil.
Viajes. Dinero. Hacer lo que te gusta. Dinero. Tener mucha gente que te adora. Dinero.

Creen que vivir bajo la opinión pública es fácil, que no es tan difícil soportar las críticas; básicamente, que la vida de un Idol es color de rosa por "las grandes cantidades de capital que ganan".
Dice el dicho que, el dinero no compra la felicidad. Y, si bien la gente le atribuye su felicidad a cada objeto que con sus riquezas adquieren, hay cosas que pierdes incluso entre más dinero tengas. La paz, por ejemplo. El amor, quizá. En muchos casos, también la privacidad.

Ser famoso es vivir bajo un estrés constante. Como cualquier trabajo pero agregándole el que miles, quizá millones de personas están pendientes de cada uno de tus movimientos, los buenos y los malos. En algunos, incluso las peores acciones les hacen ganar, en otros, les cuesta la carrera y algunas veces incluso la vida. Ser famoso en países como Estados Unidos, un escándalo puede llevarte más a la cima o destruirte por completo. Porque viven en un país, -incluso en un continente- donde su diversidad cultural es amplia, donde siempre habrá quién te apoye sin importar cuál sea tu ideología o posición ante cualquier tema. Había tiempos en los que ser afroamericano detenía rotundamente tu éxito no solo en los espectáculos sino en casi cualquier otro trabajo. Más adelante, fue el ser homosexual uno de los peores escándalos que en farándula podían tenerse... Hoy día, quizá es esta la comunidad que más apoyo recibe. Pero en Corea no es así. En Asia no es así.

Existen las personas homosexuales, claro, y la gente en general sabe que los hay... pero no son tan comunes. O quizá sí, pero tras vivir bajo una cultura que suele no aceptar este "tipo de personas", deciden simplemente ocultarse. O, "seguir en el clóset" como dirían por ahí.

Ser famoso es difícil.
Ser Idol coreano es difícil.
Ser homosexual es difícil.

Ahora imaginen, ser un Idol coreano mundialmente famoso Y ADEMÁS, homosexual.
Difícil ¿no creen?

La gente comunmente dice que deben dar un "buen ejemplo". Dando por hecho que enamorarte de alguien de tu mismo sexo es justamente lo contrario a ello. ¿Amar está mal, de verdad?

•••

-¿Estás nervioso? Luces nervioso. - Una risita se escapó de los labios del rubio mientras miraba a su compañero, que aunque era menor que él, físicamente parecía mayor, en especial por su altura. Quería ocultar que él sí estaba nervioso, o incluso quizá, quería escuchar que no era el único que lo estaba.

- Por supuesto que lo estoy, siento que fuese este nuestro debut, siento los nervios de aquél día... - Contestó de manera inmediata sin dirigir su mirada al chico bajito a su lado, ya que no podía dejar de mirar tras el telón la gran multitud de personas que esperaban a verlos sobre el escenario. Recordó la primera vez que estuvo en un escenario así. Recordó aquella mezcla de sentimientos entre, emoción, ansiedad y nervios que lo volvieron loco.
Su respiración comenzaba a acelerarse y esperaba que algo lo tranquilizara porque, salir así al escenario lo preocupaba mucho.
Casi por instinto, giró su cabeza para encontrarse con el rubio a su lado, quien miraba hacia la multitud. Contempló su perfil por un instante y lentamente bajó su mirada hacia sus pequeñas manos que estaban entrelazadas; notó que apretaba una con la otra a causa de los nervios y, sintió entonces que debía hacer algo.

Titubeante, llevó su mano hacia las de él para darle un amistoso apretón, provocando que le mirara; los ojos de ambos chicos se encontraron e inmediatamente se dedicaron una sonrisa. Estaban, al menos por unos segundos, en una burbuja de paz.

-¡Ya es hora! - Se escuchó al líder decir y la burbuja reventó, pero la paz siguió ahí, gracias a ese tímido pero íntimo contacto entre ambos. Como era costumbre, los siete miembros de la agrupación se reunieron formando un círculo. - ¡Bangtan Bangtan, Bang Bangtan! - dijeron emocionados mientras siete manos se encontraban en el centro del círculo y, sabían que era la hora definitiva.