Jake observaba desde una distancia como Hoodie lloraba. Podía oir sus amargos sollozos. El pecho le dolía, no sabía el por qué, pero se sentía tremendamente mal, quería ir y preguntarle "hey, qué pasa" pero era endemoniadamente tímido, se odiaba a si mismo por ser tan egoísta, por solo pensar en que le pasaría a el.
Y es que el pelinegro empezaba a sentir esas mariposas viejas y podridas que hace mucho no sentía. Nisiquiera recordaba como se sentía estar tan mareado con tan solo ver a una persona, y que su pulso incrementara de forma casi peligrosa.
Se sentía perdido, estaba cayendo al abismo del amor lentamente.Por qué era tan facil caer y tan difícil salir?
Y a eso le tenía miedo, a caer y no saber como diablos salir. Se sentía morir.
Vomitó en ese mismo lugar, apoyándose de un árbol, se sentía tan mal y mareado, rápidamente el empezó a llorar igualmente.
Para unos era una noche tan dulce y cálida, pero para otros la noche era tan fría y amarga que enfermaba.
Unos sollozos en silencio no se escucharon, junto con unos pasos alejándose.
Jake odiaba y amaba ese sentimiento.
Se odiaba a si mísmo, y amaba el sentimiento agradable que recorría su cuerpo con tan solo verle sonreír.
Se odiaba por que el había causado esto, el había caído, y había empujado a alguien junto a el.Los dos habían caído a un abismo.