2.

6.4K 794 239
                                    

(Una semana y media después)

Seúl, Corea del Sur.
Lunes, 5:47 am.


-¡Daehyun!- exclamó Kyungsoo desde abajo, sosteniendo los boletos de avión en su mano y esperando impacientemente a su hijo al final de las escaleras mientras golpeaba el suelo levemente con la suela de su zapato, frustrado.

Esperó unos minutos en silencio para poder oír algún indicio de que su hijo ya se había levantado, sin embargo, solo se escuchaban algunas melodiosas y madrugadoras aves afuera.

Bufó subiendo las escaleras sin dudarlo.

Realmente la mejor decisión que había tomado en su vida era enviar a su hijo a ese campamento disciplinario donde seguramente, aprendería y sería corregido sanamente para convertirse en una persona de bien.

Esa y divorciarse, por supuesto.

Movió el picaporte de la puerta azulada de la habitación de su hijo y la abrió, encontrándose al rizado durmiendo boca abajo plácidamente, envuelto en las sábanas blancas con su cabeza casi colgando al borde de la cama.

Kyungsoo sonrió y observó el lugar con detenimiento.

La palabra "ordenado" no era precisamente la adecuada para describir a su hijo, pero de todas maneras la habitación estaba en buenas condiciones de higiene como a Kyungsoo le gustaba.

Observó a un lado de la ventana y vio dos maletas listas, esperando ser abordadas en el avión.

Se sentó en un pequeño espacio que quedaba en la cama de Daehyun y acarició su rizado y negro cabello lentamente, pensando si el otro se vería de la misma manera.

Se quedó unos segundos admirando al adolescente, sonriendo al ver los labios en forma de corazón que había heredado de él.

-Lo siento por enviarte a ese lugar, pero no me dejas otra alternativa- apretó sus labios- Realmente quiero que cambies tu comportamiento...- susurró.

-Lo intentaré, papá...- murmuró el chico adormilado y removiendose un poco en su lugar- ¿Qué hora es?- preguntó entre un bostezo abriendo de a poco sus ojos.

Kyungsoo besó su frente en cuanto el chico se sentó aún con pereza apoyando su cuerpo contra la pared, restregando su ojo con desgana.

-Es hora de que te levantes- canturreó su padre.

Kyungsoo se había sorprendido aquél mismo viernes de hace una semana y media atrás cuando le dijo a su hijo que debían hablar sobre algo importante y le comentó sobre el campamento.

Se sorprendió porque Daehyun se lo tomó de buena manera y con respectiva madurez, asintiendo con su cabeza estando de acuerdo cuando su padre le decía que debía cambiar su comportamiento y que esta era la mejor forma.

Pero ahora mismo el joven se arrepentía por no haberse negado y por lo menos, amenazar a su padre que si lo enviaba a Japón se suicidaría, tal como haría un ridículo y dramático adolescente a su edad.

Daehyun hizo un mohín con sus labios lloriqueando inevitablemente.

No se quejaba por tener que abandonar su casa dos semanas para ir a un campamento disciplinario en otro país en lugar de disfrutar sus merecidas vacaciones de verano, claro que no.

-¿No debes ir a trabajar hoy?- le preguntó su hijo frunciendo el ceño.

Kyungsoo era un renombrado y distinguido experto en diseño de interiores con solo treinta y siete años, teniendo una larga experiencia a lo largo de su vida en su carrera y logrando posicionarse en uno de los más afamados en esta profesión.

 𝐈𝐍 𝐓𝐇𝐄 𝐌𝐈𝐃𝐃𝐋𝐄 ➳ kaisooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora