El Ángel del Karma (Destiel)

El Ángel del Karma

Los personajes no me pertenecen, son del mundo Supernatural. No espero ofender a nadie, solo escribo por diversión y son fantasías mías.

Karma: energía trascendente que se genera a partir de los actos de las personas. Ley cósmica de retribución causa-efecto. (Wikipedia)

Castiel, el Ángel del Karma, llamado por sus pares ángeles y ratificado por su Padre, Dios. Casi como una sentencia escuchó el nombramiento: "cuando los poderes se desequilibren en el mundo, El Ángel del Karma, actuará para volver el balance". Castiel, no sintió tanto el peso de esa carga, después de todo, ese trabajo ya lo estaba haciendo desde hace mucho sin darse cuenta. Quizás siempre fue el "Señor del Karma", solo que no lo sabía o lo había olvidado a causa de los continuos borrados de memoria sufrido por Naomi, pero su instinto le hacía actuar de esa forma. Como sea, aliarse con los cazadores sucedería tarde o temprano y esto de alguna forma, lo hizo feliz, porque formaba parte de su destino, y aunque el destino era mal visto por los Winchester, fue este quien los convirtió en hermanos y eso no podía ser de ninguna forma, malo, sino por el contrario, la oportunidad de juntarse para realizar grandes hazañas. Hazañas que salvarían al mundo tantas veces, que ya había perdido la cuenta.

Entonces, cuando Lucifer estaba a punto de resurgir y Dean desesperado pide su ayuda, fue Castiel quien rompió las reglas, abandonó todo lo que tenía para llevar a Dean con su hermano Sam. Como resultado, murió, pero esos dos no podían quedar tan solos enfrentando a una tropa de ángeles y demonios que lo querían para sus propósitos, así que revivió. Al principio pensó que fue Dios obrando sobre él, pero no era tan solo eso. También era parte de su poder conferido como el Karma. Quizás esa vez, fue la primera en que se manifestó como tal, o tal vez, fue cuando sobrevivió al Infierno al rescatar a Dean de la perdición.

Aquella vez, Castiel no debía salir vivo del Infierno, pero sospechaba que el hecho de que el sello se rompió, debía salir con Dean para que terminara lo que empezó. Es decir, Dean inició el Apocalipsis al romper el sello, entonces, Dean era el único que podía detenerlo. Con eso en mente, luchó y luchó para sacarlo del Infierno. Fue muy astuto, fuerte, pudo hacerlo, dejando a varios de sus hermanos ángeles impresionados con tal hazaña, e incluso, varios le tuvieron envidia por el hecho. Eso era peligroso para el futuro, porque sin darse cuenta creó enemigos poderosos en sus pares.

Sin embargo, desde el momento en que tocó esa alma algo en su interior cambió. No podía explicarlo, pero un lazo invisible fue creado entre ellos, eso le llamaba fuertemente la atención. Una curiosidad sin precedentes en su sentir angelical lo absorbía, lo hacía querer ver y observar siempre a ese humano. Esa curiosidad sería su peor tragedia y su mejor alegría. Difícil de explicar lo que sentía, en realidad, difícil identificar el hecho de estar sintiendo.

¿Eso lo convertía en humano? Claro que no, él siempre ha sido un ángel, un Ángel del Señor. No quería ser otra cosa más que eso. Desde siempre, cumplía con el mandato de Dios, porque eso era para él: un mandato de su Señor. Debía cumplirlo.

No obstante, como Señor del Karma siempre había cosas que debía equilibrar. A veces lo hacía sin querer, pero su instinto era más fuerte con él. El instinto de que debía hacer algo.

—Estoy pensando en desobedecer —dijo Castiel a Anna.

—Bien por ti.

Fue la única forma de equilibrar los destinos.

La caída dolió demasiado. Las repercusiones de esta, duraron años de agonía infinita por estar estancado en este mundo angelical y caído en el mundo humano lleno de imperfecciones.

Dean era su brújula y eso era para la risa. De solo pensar que el Karma necesitaba quién lo guiara, era ridículo, pero al parecer, así era. Necesitaba a Dean para existir, después de que rompieran el guion de la existencia escrita por Dios, necesitaba de los Winchester, tanto de Dean como de Sam para existir.