MONSTRUOSOS

Capítulo 1. Desaparecen.

El sol está en lo mas alto y sus rayos broncean el cuerpo de Inés, tumbada en la fina arena de la playa norte.Sus tres amigos juegan y ríen con una pelota dentro del agua,una mañana espléndida.
- ¡Porqué no pillamos un hidropatin chicos! - dijo Julen cogiendo la pelota.
-¡¡ Estaría guapo!!- contestó Iván rápidamente-.
Julen e Iván eran amigos desde pequeños,veraneaban las dos familias en la misma urbanización del pueblo hace ya unos cuantos años.Julen, con su melena rubia y su cuerpo atlético era lo más parecido a un surfista, pero nada más lejos de la realidad, no le gustaban las tablas de surf, pero era un buen nadador, habiendo ganado varias competiciones a sus 18 años recién cumplidos.
Iván, también de 18 años, al contrario de Julen ,era moreno de pelo ensortijado y complexión fuerte, pero era más bajito que Julen, y eso le hacía sufrir las bromitas de éste por su diferencia de estatura.
Iván tenía un coeficiente intelectual fuera de serie.Un promedio de sobresaliente era su seña de identidad.
- A mi no me apetece mucho,me da un poco de miedo-, contestó Ana ,un poco contrariada.
- Pues a mí me parece una buena idea,el mar está tranquilo y no hay mucha gente, estaremos de maravilla más adentro del mar-dijo Inés en voz alta desde la orilla-.
Inés y Ana veraneaban en la misma urbanización que los chicos,tenían 17 y 18 años respectivamente, pero no hicieron amistad entre ellas hasta hace unos tres años. Ana ya conocía a Julen e Iván de mucho antes,así que Inés se integró en el grupo enseguida.

Julen cogió dinero de su mochila,y le dijo a Iván:
-Vamos, cogeremos el que tiene el tobogán más grande, lo pago yo,ha sido idea mía-.
Iván asintió con la cabeza sin más.
Había un puesto de hamacas e hidropatines a unos 50 m de donde ellos tenían las toallas.
"10€ patín normal"
"15€ patín grande", ponía en el cartel.
-Hola, buenos días, queremos un patín grande durante una hora- dijo Julen al hombre encargado de las hamacas.
- Muy bien, son 15€, pon tu DNI aquí y es vuestro durante una hora,no podéis salir por detrás de las boyas,si lo hacéis será bajo vuestra responsabilidad- contestó el hombre.
Julen pagó y puso su DNI, al momento el hombre empujó el patín hacia dentro del agua y les dijo:
-¡Hacer lo que os he dicho, por dentro de las boyas!-
-¡No se preocupe,eso está hecho!- contestó Iván .

Los dos empujaron un poco más adentro el patín y llamaron a las chicas para que se acercaran.
Inés subió de un primer impulso,estaba muy en forma,practicaba ciclismo de carretera de forma amateur durante todo el año,salvo los días de vacaciones que lo cambiaba por la carrera continua.

Ana fue al segundo intento,no le daba importancia al deporte, era más ratón de biblioteca, leía constantemente un libro tras otro, a cualquier cosa que le preguntaras tenía la respuesta adecuada. También le gustaba mucho la música, pero no cualquier música, le gustaba el rock, y sobre todo le gustaba Bunbury, era presidenta de un club de fans del artista.

-¡Pedalear más fuerte chicos,no vamos a salir de la orilla en la vida! - grito Inés riendo a la vez-.
-¡Eso,eso, más rápido, aún tendremos que pedalear nosotras,jajajajajaja!!- dijo Ana riendo sin parar.
Los cuatro estaban muy felices y excitados disfrutando del mar,el Sol y la brisa en la cara.

Las boyas estaban a unos metros del patín. Inés había tomado el relevo en lugar de Iván, que iba tumbado en la parte trasera disfrutando del sol con Ana a su lado,los dos llevaban gafas de sol para protegerse del mismo.
- Julen,nos estamos acercando demasiado a las boyas, recuerda lo que nos dijo el hombre encargado de los patines- dijo Inés un poco preocupada.
- ¡No pasa nada Inés, el mar es igual a un lado o a otro de las boyas, no tengas miedo mujer!- contestó Julen.
-Si pero falta poco para tener que devolverlo y estamos bastante alejados de la costa, además, esto parece muy profundo y el patín no da seguridad ninguna, volvamos ya anda- dijo nerviosa Inés.

Nada más decirlo ,Julen dejo de pedalear y saltó del patín al mar,desapareciendo por completo.
Fueron unos segundos que a Inés se le hicieron eternos, soltando un gritito cuando Julen emergió del fondo marino.
-¡Julen, ni se te ocurra volver a darme esos sustos,eres como un crío!- dijo Inés nerviosa.
- ¡Vamos Inés,todos al agua, no tengas tanto miedo!- le gritó Iván al tiempo que saltaba del patín junto a Ana.
Inés saltó también, los cuatro nadaban y buceaban alrededor del patín, ajenos a una sombra que se hacía cada vez más grande y que se aproximaba rápida desde el otro lado de las boyas.
Julen que era el que estaba más alejado del patín , notó que algo duro y áspero le rozaba un pie, levantando la pierna por instinto y nadando a toda velocidad hacia el patín al tiempo que les gritaba a los chicos:
-¡¡Subiros al patín, por lo que más queráis,subiros rápido!!-
No lo entendieron bien pero los tres ya se estaban subiendo, cuando Julen se sumergió de golpe sin dejar rastro.
Ana que lo estaba viendo,ya subida en el patín,se quedó perpleja sin decir nada y señalando hacia donde Julen había desaparecido.
Iván la vio y le dijo:
-¡Qué coño te pasa Ana, qué señalas!¡Y Julen dónde cojones está eh!
Ana ni lo miró,era como si se hubiera quedado paralizada.
Iván la zarandeó pero no reaccionaba,entonces Inés habló
-Mira Iván, qué leches es esa sombra-Entonces, un tremendo tirón hizo que el patín se colocara vertical con la parte trasera hundida, haciendo saltar al agua a los chicos.

Una gran mancha de sangre apareció en el lugar donde antes estaba el patín.