Es una lastima que no estés conmigo,
cuando miro el reloj y son las cuatro,
y acabo la planilla y pienso diez minutos.Así es pequeño, cada día vengo a las cuatro
después del trabajo a tomar una pequeña
taza de café, me siento en la misma silla,
estiro las piernas como todas las tardes
y hago así con los hombros para aflojar
la espalda, y me doblo los dedos y les saco mentiras.Mientras te veo a ti, caminando de un lado a otro, tomando pedidos y en divertidas ocasiones tratando de lidiar con clientes molestos, ¿también tú te molestas?
Yo sí me molestó, me molesta que tengas tu ceño fruncido, eres demasiado jóven para tener arrugas en un rostro tan lindo, intenta sonreír un poco más, alegras así mi día.
Es una lastima que no estés conmigo,
cuando miro el reloj y son las cinco y soy una manija que calcula intereses, o dos manos que saltan sobre cuarenta teclas, o un oído que escucha como ladra el teléfono o un tipo que hace números y les saca verdades.Mientras tú eres un hermoso empleado, y yo un odioso jefe.
¿Acaso no puedo enamorarme de mi empleado?
Cada día la sociedad lo ve peor o lo acepta más, nunca se llegará a un punto específico, nunca habrá una sólida opinión. Pero el resto no importa, si tú sintieras lo mismo que yo por ti, si tan sólo supieras cómo te veo cada día, como espero por ti y como anhelo que algún día estés tomando una taza de café conmigo.Cada día me haces sentir como un adolescente de nuevo y yo que pensaba que esa etapa ya había acabado, que tan equivocado estaba.
Y es lindo, cada día, vengo con la esperanza de verte, de ver tu cabello alborotado y esos ojos avellana que ven el recinto como un hogar, porque llevas tanto tiempo aquí, y yo apenas voy notando lo importante que eres para este lugar.
¿Qué sería de este pequeño establecimiento sin tí?Originalmente, sólo era para una fachada, mientras yo trabajaba en mi despacho, habría personas abajo tomando un café, platicando con amigos y disfrutando de la compañía, mientras que un hombre que ronda los 30 sólo está sentado arriba, así debía ser, sin embargo, llegaste tú.
Con el cabello alborotado, diciendo que la alarma se atraso y el autobús no pasaba, creí que eras tan inmaduro, pero quién lo diría, eres tan delicado y tan ordenado que yo me sorprendí tanto.
Tae Hyung, ¿saldrías conmigo esta noche?
Quiero tener una velada contigo, reír y verte a los ojos, lo que pase después, lo verá el tiempo.
Dame una pequeña oportunidad y haré que te enamores de mi, como yo lo estoy de ti, sin prejuicios de la sociedad, sólo tú y yo.bye.