M o n d a y . Part two

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Jimin despertó con la brisa del viento en su pequeño rostro, "¿Qué hacía la ventana abierta? ¿No la cerré?" El niño se torturaba con sus ideas así que rápidamente se levantó de la cama y cerró la ventana. Hoy será mejor que ayer con su mejor amigo. Él lo hará olvidar de todo lo malo.



—¡Jae hyung!— gritó Jimin desde el primer piso. Cuando su hermano invitaba a sus amigos siempre se quedaban a dormir. Esperaba a que subiera YoungJae pero subió otro. — ¿SungJae hyung?



—Jimin, diré esto lo más rápido posible para que no te duela. YoungJae se ha marchado, y jamás volverá.



Inconsistentemente las lágrimas cayeron de los ojos de Jimin. "¿Se fue? ¿No se despidió? ¿Lo abandonó?" Jimin otra vez se torturaba con sus pensamientos.




—Él dijo que jamás se iría, me lo prometió.




— Quizá y se aburrió de ti—. Interrumpió el mayor haciendo que las lágrimas de Jimin dejaran de caer haciéndolo caer sobre sus rodillas al piso. No comprendía lo que sucedía ni como YoungJae pudo dejarlo si le prometió que no lo haría.


— Váyase SungJae hyung..


— Todos sabíamos que se iría tarde o temprano, siempre fue un mari—


El menor levantó la mirada rápidamente viéndolo a los ojos y lo interrumpió —¡Váyase!



Sabía que probablemente su hermano vendría después a reclamarle, e incluso pegarle por gritarle a uno de sus amigos, pero ya nada le importaba. Se sentía destrozado, pensaba que al fin había encontrado alguien mejor que su hermano que podría a ayudarlo a recapacitar.



Tomó aire y volvió a llorar. Siempre pensó que su hermano tenía problemas con Madre y Padre que le impedían ser un buen hermano, y Jimin siempre buscaba la manera de hacer mejorar a su hermano, pero no con golpes, nunca quizo los golpes de su hermano.



Nunca escuchó los pasos de su hermano subiendo las escaleras así que respiró profundo y se levantó con la fuerza de sus piernas y fue hasta su armario.



Abrió sus ojos en grande cuando vio su ropa sucia. Su ropa que Madre y Padre le dieron con mucho esfuerzo estaba sucia y rota, y lo peor de todo es que olía mal. Y no estaba sucia solamente con tierra y barro, tenía algo rojo en ella.



Miró el piso de la habitación y vio que habían marcas de pisadas rojas, la mente del niño imaginó muchas cosas pero seguía sí entender. Odiaba esto por lo que estaba pasando así que decidió esperar a que su hermano y sus amigos se fueran para bajar, tomar comida para la tarde y esconderse bajo la cama por miedo. Miedo a que su hermano perdiera la cordura o miedo a que su hermano lo lastimara otra vez.



Tal vez no ir a la escuela no era mala idea.

¡Sólo quiero un poco de paz! || Park Jimin || Donde viven las historias. Descúbrelo ahora