09

1.4K 147 48
                                    


(Wattpad eliminó el capítulo, así que aquí lo tienen de regreso)

— ¿Sabes, hyung? Creo que deberías decirle que si a Jackson. — Comento Yugyeom cuando entro a su cuarto, tirando las maletas a un lado de la silla y sonriendo de manera inocente. — Es muy bobo que te estés tragando tus sentimientos por una promesa que hiciste cuando eras niño, creo que tú y Jackson-hyung ya están muy grandes para eso.

— No creas que se me olvida que golpeaste a mi bebé. — lo señalo y frunció el ceño. — Pero Yugyeom-ah, todo lo que está conmigo termina quebrantado, Jackson me ha gustado durante mucho tiempo y aunque nadie lo crea me da mucho miedo que lo de nosotros se arruine. — Tomo una de esas fotos que estaban colgadas en la pared de su habitación y sonrió al ver las caras de felicidad de las 3 personas con las que llevaba hablando por más de 12 años. — No solo hablo de que yo termine rechazado ¿Y si Jackson decide no volver a ser mi amigo?

— Hyung, creo que de verdad no puedes ver bien con esos ojos tan chiqui... ¡Ay! — Chillo de dolor al sentir como uno de los zapatos del mayor le dieron en todo el rostro. — Pero hyung, en verdad estás ciego, si te dieras cuenta de cómo te mira nuestro adorable Jackson-hyung no tendrías que haber recurrido a mí con esa excusa tan barata del trabajo.

— De todas formas sacaste buena nota ¿O no?

— Si, como sea, el punto es que llevo siendo amigo de Jackson durante mucho tiempo, no tanto como el tiempo que llevan ustedes pero si me pude hacer idea de todo lo que el sentía. — Yugyeom lo miro fijamente y se acercó a él con una de esas sonrisas que solo utilizaba cuando estaba a punto de decir algo serio. — El problema es que vayas a decidir y espero que eso no lastime a mi hyung porque a pesar de todo, te golpeare.

— Te puedes hacer una idea de lo que te voy a hacer ahora por dejarle un moretón a mi nene. — Le agradeció al menor con una sonrisita tímida y se echó a su cama, tal vez a imaginar un mundo donde él no se sintiera tan mal por romper la única promesa que de verdad le importaba en su vida. — Ya sabes cuál es tu castigo mocoso, deja este cuarto impecable y guardare silencio sobre tu secreto amor con ese tipo del edificio de matemáticas.

— Te odio.

*

— ¡Jaebum-hyung! — Chillo intentando llamar la atención de su hyung quien lo esperaba en el auto. — Mamá quiere que vengas a comer con nosotros este fin de semana, está molesta contigo porque no la has visitado desde hace un año. — Abrió la puerta del auto y noto como su hyung estaba pálido, extrañado entro con rapidez y toco la frente de este. — ¿Estas enfermo, hyung? ¿Necesitas alguna medicina? Podríamos quedarnos en mi casa y esperar a que te sientas mejor,

— Estoy bien, Jackson-ah. —se inclinó hacia él y cerró la puerta de su auto. — Solo que estaba recordando algo que me mandaron en un grupo, sí, eso. — Estaba nervioso, si la mamá de Jackson se enteraba de sus sentimientos probablemente lo mataría y ya no celebraría sus cumpleaños con ellos, pero si decía que no tendría a su bebé enojado y a la madre de este de la misma manera, probablemente los dos hicieran un berrinche. — Creo que puedes confirmar que vendré a comer con ustedes, estaría bien pasar a saludar a tu madre.

Asintiendo emocionado, Jackson se acomodó en su lugar y recordó lo que el mayor hizo unos minutos atrás. — Hyung, te inclinaste hacia mí pero no recibí ni un saludo. — De manera berrinchuda y cruzándose de brazos como un niño, miro al muchacho quien tenía una mueca extrañada. — Creo que te estas volviendo muy grosero estos días, lastimas mi pobre corazón.

— ¿De qué manera esperabas que te saludara, mocoso? — Levanto una ceja y viendo como el puchero de Jackson cada vez se hacía más notorio, alargo su brazo para revolver su cabello. — Hola, mocoso, espero que tu ojo este mejorando.

FrágilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora