[Diez]

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—   ¡Hola, chicos! — la multitud estalló en gritos, sonreí ampliamente — ¡Es un gusto volver a esta hermosa ciudad! — esta vez rio, el público impidiéndome continuar con mi discurso — He estado parado en este escenario con Ansel dos veces, la última hace tres años — señalo a Ansel quien sostiene la guitarra firmemente — ¡Griten y canten, desgastando esos tres años de espera!

Empiezo vocalizar, encapsulándome en la música y el bloqueo total, los acordes golpeando las paredes del recinto; de mis labios saliendo las palabras entonadas que tanto maravillan a la juventud que tengo en frente. Mi corazón vibra con decepción al cantar aquellas canciones que Shailene me ayudó a escribir.

—   ¡Amor! — Shai se lanza a mis brazos, a mitad del aeropuerto. Las fans a nuestro alrededor gritan de manera desenfrenada, el rostro se me parte de la felicidad al tomar contra mi pecho a mi novia, beso lo alto de su cabeza y ella da brincos de felicidad.

Daniel, el guarda espaldas de la banda, nos apresura al notar que las chicas comienzan a lanzarse contra las barras de contención con tal de acercársenos. Shailene saluda de rápido a mis amigos antes de regresar a refugiarse bajo mi brazo; los chicos y yo sonreímos a todos lados, distintos flashes chocando contra nuestros rostros.

—   ¡Siempre es la misma locura! — exclama Shai una vez que estamos dentro de la camioneta.

Sonrío al ver su hermoso rostro y sostengo ambas mejillas con una mano antes de unir sus labios con los míos, sonríe a mitad del beso y me rodea con más fuerza. Ansel, mi compañero de aventura musical, finge arcadas y una sonrojada Shai se acurruca contra mi pecho.

—   Es lindo volver a verte — la saluda, entablan una pequeña charla mientras el auto avanza hacia casa, dónde me espera un largo mes de descanso de la disquera.

—   Sé que es un honor tenerme aquí, pero Violetta te espera — lanza la barbilla en dirección a la morena quien espera de pie en la acera del seguro fraccionamiento. Ansel se despide antes de bajar y reunirse con su mujer, quien parece llorar contra el hombro de mi amigo.

Recorro la cintura de Shai de arriba abajo, su oído contra mi alegre corazón. Cuando nos detenemos frente al que puedo llamar hogar.

—   Te quedarás conmigo hoy, ¿cierto? — pregunto, me sonríe inocentemente y asiente —. Nos vemos dentro de mucho, Daniel.

—   Nos vemos, Theo, con cuidado. Cualquier cosa llama — me advierte en tono duro.

Asiento antes de bajar del auto y dejar la puerta abierta para que mi hermosa novia baje, tomo mi maleta y me echo su pequeña mochila al hombro, se encarga de abrir la puerta con el juego de llaves que tiene, en cuanto cierro la puerta detrás de mí sus manos me rodean el rostro y nuestros labios conectan profundamente, mis dedos aprietan la tela de su blusa, los suyos retiran con habilidad mi chaqueta.

—   Te amo, mucho, te extrañé.

—   Manténganse lo más silencioso que puedan — el barullo se disipa y pronto se recorre el murmullo de suaves "shh" —. Me gustaría que esto se mantuviera entre nosotros, ¿está bien? Nadie grabe esta canción.

Veo las luces de las cámaras desaparecer poco a poco, las cientos de cabezas moviéndose en pleno éxtasis de las anteriores canciones, Ansel toma su lúgubre lugar en el piano. Me sonríe con tristeza antes de dirigir la mirada a las teclas, yo dirijo mi voz al público.

—   Odié escribir esta canción — admito, el corazón desembocándose por mi garganta —. Creo que no hay fuerza más poderosa que las palabras y espero no transmitirles todo lo que siento en esta canción porque creo que todos lloraríamos aquí. — rio sin gracia, me acomodo en el banquillo y me aclaro la garganta. — Esto es "Something I need to know"

Pequeñas dosis de amor • Sheo • One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora