La fuerte lluvia inundaba las calles de Tokio. La mayoría de la gente corría hacia algún sitio para refugiarse, otros simplemente seguían con su camino sin importarle en lo más mínimo el estar empapado.
Muchos iban rápidamente hasta una cafetería famosa por su delicioso café y gran atención, esa cafetería era Anteiku.
Una pareja de jóvenes resaltaba en el lugar; gracias a los pelos rubios de uno y al otro chico que es albino. Aunque muchos les miraran éstos ignoraban el resto, era como si estuvieran en su propio mundo alejados de todo y todos.
—¡Hey! —agitó su mano el rubio de raíces negras, intentando llamar la atención de algún camarero.
—Hola. ¿Qué se les ofrece esta vez? —preguntó cordialmente la chica de flequillo azul. De tantas veces que el dúo ha ido a ese local, ya hasta eran conocidos.
—Lo de siempre —respondieron al unísono los clientes.
La chica, llamada Touka, les sonrío y ni siquiera anotó la orden, ya tenía en claro qué querían; así que fue hasta la cocina a hacer el pedido.
—Esta cafetería es muy agradable, ¿no crees?
Hide admiró como su novio miraba el paisaje lluvioso de afuera tras el ventanal. Siempre que podían elegían ese puesto gracias a las hermosas vistas que le otorgaba.
—¿Hide?
Había quedado tan absorto que se le olvidó responder su pregunta, aunque obviamente le sonrío y respondió positivamente.
La camarera llegó instantes después con un café negro, un café con leche y un trozo de torta de chocolate.
—Espero que lo disfruten.
—Siempre está bueno, ¡y dudo que esta vez no! —expresó sonriente Nagachika.
Kirishima se despidió diciendo que se quedaría de no ser por las tantas mesas que tenía que atender, así que desapareció y dejó solos a la pareja.
—Tengo que decirle... —él suspiró cansino y le dio una probada a su torta. Lo raro fue que sí, estaba rica, pero por los tantos pensamientos que tenía no lo dejaban saborear el dulce sabor del chocolate.
Desde hace como un mes y medio surgió una sospecha dentro de él que le inquietaba tanto que a veces ni le dejaba dormir. Fue un solo pensamiento el que le arruinó muchas noches de sueños: "¿Y si Kaneki es un ghoul... ?". Toda esa hipótesis había surgido tras notar que en el año de relación que llevaban ambos, nunca había visto a Ken comer, o, disfrutar comer.
Varias veces que han ido a su lugar preferido de comida chatarra "Big Girl", Kaneki pide una ensalada o dice la excusa de que ya comió y no tiene hambre. Ya que eso se repitió una y otra vez, una noche le surgió ese pensamiento.
—Kaneki... —comenzó mirando la palmas de sus manos y jugando con ellas, como si fuera lo más interesante.
Muchas veces en su trabajo le había tocado unos archivos de un ghoul muy peligroso, nivel SS. Su nombre era Ojo Parchado. Su nombre se debía a que siempre llevaba una máscara con un parche. Mayormente estaba metido en cosas como restaurantes ghouls; cosas de niveles muy altos.
Su apariencia, decían, que era de una contextura delgada, albino; tampoco muy alto, y siempre llevaba traje negro con algunos detalles blancos. Algunos suponían que no pasaba los veinticinco años.
—¿Qué pasa, Hide? —al albino se le miraba confuso tras ver el estado de su novio, estaba empezando a preocuparse.
Hace un mes se llevó a cabo un asalto a la mansión de un doctor, conocido como Kanou Akihiro. Él estaba en la mira del CCG, así que esa oportunidad no se desperdició. Tras investigar un poco se llegó hasta una habitación en la que se escuchaba una pelea; Hideyoshi curioso por eso quiso asomarse. Aunque también era su deber ayudar a un investigador si estaba en peligro y más palabras técnicas y profesionales que a cualquiera le aburriría escuchar.
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【No me abandones】▫️ ❥Kanehide.
FanfictionSe cuenta que dentro de la ciudad de Tokio hay seres que devoran humanos. Como cualquier cuento: hay gente que cree, otros que no. Varias veces la gente ha dicho: "ver para creer". Hide tuvo la oportunidad de conocer un ser de estos, Ghoul.