Reflexión

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Sentada en una banca a lo orilla del último piso de este edificio quiero llorar, ¿qué más da?

Frustración, dolor, enojo y decepción no puedo pensar en nada más que en mi incompetencia, problemas e impotencia.

Miro en aquella orilla y el poco cielo claro que estaba ante mis ojos se empieza a nublar, el aire empieza a golpear fuerte tiñiendose este de un color más obscuro, las aves se alejan huyendo y cantando entre ellas anunciando que la tormenta se avecina, algo así como la vida, ¿Irónico no creen? Hablando de vida cuando piensas quitarte la tuya, haberte ido sin siquiera saber lo que está es y significa, porque así es, como tal no existe definición alguna.

Me levanto sobre esta y me asomo por el poco muro que me sostiene para evitar no caer, miro hacia abajo. ¿Qué se sentirá volar o caer?

Tal vez absurda mi pregunta, que puedo decir, siento que una fuerza me quiere empujar, como si una clase de impulso se tratase, no siento nada, solo curiosidad, miro una vez más al cielo y suspiro fuertemente.

-Sería demasiado sencillo...

Estoy a solas, pero no como quería déjenme en paz, mi mente decía, no escucho nada, mi mente está pensando que palabras plasmar, estoy harta enojada, pero aún así no voy a llorar, aunque el cielo me diga que sea su compañía en esta lluvia, no lo hare, limpio atisbo de haber estado triste, parezco alguien mayor, me duele la espalda, estar sentada todo el día sí que cansa.

Yo lo elegí.

-No te quejes, digo dentro de mi.

¿Tan a la oscuras estaba? Acaban de encender las luces.

Pese a todo, esta semana que ha transcurrido han sucedido una serie de eventos bastante extraños, a los que habrá personas que les parecerá lo más absurdo incluso leerán con simpleza pero para mí fue algo maravilloso y a la vez trágico.

Aquel día tan simple cansado luego de la jornada venía en el ya conocido vagón del metro, yo iba parada como de costumbre a esa hora, mis pies dolían y eso a nadie le interesaba solo el deseo de llegar a casa lo más pronto posible para poder comer y continuar con lo planeado.

Uniforme, lo maldecia bastante a veces me agradaba pero en días como estos como me hartaba, venía pensando tantas cosas que habían transcurrido en este inicio de ciclo, iba bien?

Definitivamente no iba a suceder lo mismo; el transporte poco a poco se aligeraba para poder incluso pasar de un vagón a otro, me aferraba a un tubo al lado de la puerta que en instantes se abriría suspiré mientras miraba la oscuridad y las estrellas que se podían apreciar note que alguien me estaba mirando pero no me atrevía a mirar a esa persona.

Volví a mirar el cielo y sentí un impulso, una fuerza que me hizo mirar a aquella persona a los ojos, Vi que me sonreía.

En mi vida había visto sonrisa más sincera que esa, yo también le sonreí amablemente, era tan puro aquel gesto plasmado en ese rostro que pareciese haber tocado mi corazón.

Soy una persona sencible, por lo que realmente quedó atónita y shockeada que sin darme cuenta empecé a llorar pero no de tristeza, si no de alegría emoción, anhelo y más al saber que se trataba de una persona especial.

No pude y no podré olvidar aquella mirada y sonrisa tan sincera que hasta el día de hoy recuerdo a detalle.

Continuará...


Pss chic@s v": tengo mucho que escribir, demasiado diría yo el próximo será un capítulo algo nervioso lleno de emoción tristeza pero algo que quisiera compartir o por lo menos escribirlo, ahora no me siento tan al cien pero aún así quiero escribirlo.

"El amor, cuánto menos expectativas mejor..."

Duda existencialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora