-David, se puede saber que carajo haces con esta... Esta.... turista- dijo despectivamente.
-Pase la tarde con ella- dijo de lo más tranquilo David, mientras Charlie luchaba por no arrancarle las jodida a extensiones y arañara su estúpida cara carga de kilos de maquillaje.
La miraba de arriba a abajo, cualquiera que la viera parada no dudaría en preguntarle cuanto costaban sus servicios, una puta total.
Cabellos rubios, que digo rubios, amarillos. Cara cubierta totalmente de un maquillaje cargado, sería bonita si no se pusiera tantas cosas en la cara, y ni que decir de su ropa. Un top que apenas le cubría los malditos senos, falda a la cadera de jeans que también apenas cubría su enorme trasero. Sin duda tenía cuerpazo la mujer pero era desagradable verla.
Había interrumpido su casi beso con David, y Charlie estaba furiosa. Le agarro un coraje a la pobre que no se merecía. Y la maldecía cada que abría la boca, ya sgsea para reclamar o besar los bien formados labios de David.
Volvió a la realidad cuando vio que la chica chasqueaba los dedos en forma de desagrado, pues David no le quitaba la vista a Charlie.
-David yo creo, que pues... Me voy- dijo Charlie caminado hacia el hotel.
-no, tu no te vas- dijo tomando su muñeca antes de que se alejara más.
-aquí la que sobra es ella- dijo Dakota.
-no querida, la sobrante aquí eres tu.- le contesto Charlie.
-lamento decirte castañita, que estas con mi hombre.- la fulminó con la mirada.
-para, Dakota. Tu hombre. Yo? Por favor no me hagas reír, ni tuyo ni de nadie.-dijo David seguro.
Auch, dolió? "Ni tuyo, ni de nadie". Ni siquiera mío? Se preguntaba Charlie, hace unos instantes se moría por besar aquellos labios, pero después se sintió, una más del montón. David la soltó de la muñeca para señalar a Dakota mientras le decía algo y Charlie aprovecho el momento para salir corriendo de ahí. Subió desesperada al cuarto, sabía que David la seguiría.
¡ESTÚPIDA! Como iba a creer que David podría querer algo más con ella, sólo quería besarla y seguramente llevarla a la cama.hombres así no cambian ni en mil años. Las novelas que leía eran totalmente diferentes a la realidad. No existía eso de el chico malo se vuelve bueno al conocer a la chica por casualidad. Y tampoco existía eso de el amor a primera vista y mucho menos el amor de verano.
Se pasó la tarde en el balcón de su habitación. Música, una cerveza y la gente a la que observaba desde arriba.
Abbie hizo su entrada.
-Charlie!- grito efusivamente- como te fue con David- alzo las cejas.
-ah, bien. Lo normal- dijo fingiendo desinterés.
-sólo bien? Pensé que me dirías que lo besaste y que te declaro su amor y así- pregunto.
-no, sólo somos unos conocidos que salieron a a saber mas de el otro y ya. No a ligar ni mucho menos a besar. -dijo desilusionada.
-bueno- contesto la rubia.
(...)
La noche llegaba, y el hotel regalaba una cena en espectáculo para los turistas.
Charlie y Abbie se vistieron para la ocasión.
Un salón un tanto grande para dar inicio a aquel espectáculo, las chicas tomaron su asiento en el gran salón con varias telas colgadas en el techo y una ambientación un poco moderna. El lugar estaba casi lleno de turistas de diferentes partes de EU y muchos de Europa.
ESTÁS LEYENDO
Skinny love;
Romance"Amor en días extensos, tus labios y los míos en rezos dulces, en noche cortas entrega infinitas de mi cuerpo en el tuyo"susurro en los labios de la castaña, dejando un pequeño beso en estos antes de partir. No acepto plagios, historia original sin...