Cap.1 ¿QUÉ PASO? [Editado]

321 12 1
                                    


AVISO:

Esta edición es gracias a mi amigo Donnie_2024


~~~~~~~~~~~~

Cap.1 ¿QUÉ PASO?

El asfalto ardía bajo el sol de la tarde, y el aire vibraba con la promesa de un verano implacable.

En esa carretera solitaria, dos destinos colisionaron con la fuerza de un huracán.

Un automóvil, descapotable rojo, desgastado por el tiempo y las aventuras pasadas, rugía como una bestia herida. Dentro, las risas de las chicas se mezclaban con el tintineo de una botella de vodka. La conductora, una zorra de pelaje color miel y ojos brillantes, se aferraba al volante con garras tensas.

El impacto fue brutal. El otro vehículo, un pequeño SUV plateado, giró sobre sí mismo antes de quedar boca abajo en la cuneta. El sonido del metal retorcido resonó en el aire, como un grito de advertencia que nadie escuchó.

Un zorro rojizo de mirada preocupada, con una camisa estampada y orejas alerta, corrió hacia la escena del accidente. Sus ojos se abrieron al ver el caos, y su corazón latió con urgencia.

- ¿Están bien? - preguntó, su voz temblorosa.

Dentro del descapotable, una coneja de pelaje gris y ojos tristes, luchaba contra el dolor. El cinturón de seguridad le apretaba el pecho, y su cabeza golpeaba contra el cristal roto. Intentó abrir la puerta, pero sus patas temblorosas no respondieron. La sangre manchaba su blusa de flores, y el mundo se desvanecía entre las sombras.

- Ayúdame... Por favor... - susurró antes de perder la conciencia.

El zorro se arrodilló junto a ella, sus ojos llenos de compasión. No sabía quiénes eran estas chicas ni qué las había llevado a ese punto. Pero en ese momento, solo importaba una cosa: salvar vidas.


Judy

Sentí el impacto directamente en mi cuerpo y, con las pocas fuerzas que me quedaban, intenté salir del automóvil, pero no lo conseguí. Alcancé a escuchar a alguien decir:

- ¿Están bien? - Su voz me llegaba de manera distante; mi cabeza me estaba matando y sentía que en cualquier momento perdería la conciencia. Antes de caer en la inconsciencia, logré articular:

- Ayúdame... Por favor… -


Nick

Después de terminar mi "trabajo" con Finnick, un zorro fénec, me dirigí a casa. La noche ya había caído cuando escuché el impacto de un automóvil volcándose. Sin pensarlo, corrí hacia el lugar del accidente y me encontré con un vehículo casi destrozado.

Dentro del automóvil había tres chicas atrapadas en su interior, sus vidas colgando de un hilo invisible.

- ¿Están bien? - pregunté preocupado.

Mis ojos se posaron en la conejita atrapada en el asiento del copiloto. Con su pelaje gris y ojos tristes, luchaba por salir.

- Ayúdame... Por favor... - escuché su voz débil antes de que cayera inconsciente.

La saqué del automóvil y llamé a la ambulancia. Intenté liberar a las otras chicas, pero la muerte ya las había reclamado. Acompañé a la coneja al hospital, sin saber por qué lo hacía. Supongo que estaba preocupado por su estado.

Esperé ansioso a que me informaran sobre ella. Finalmente, un doctor dijo que estaba estable pero tenía una pierna fracturada. Sin pensarlo, le pregunté si podía verla, y él me indicó que lo siguiera.

Judy

Desperté con un fuerte dolor de cabeza y me encontré en una habitación de paredes blancas. No sé cómo llegué, solo recordó una silueta cerca del automóvil. Intenté levantarme, pero el dolor en mi pierna me lo impidió. Caí de la camilla, un grito de dolor escapó de mis labios.

El doctor entró, seguido de un zorro rojizo. El zorro, me ayudó a subir de nuevo a la camilla. Observamos al médico desvanecerse en la distancia.

El zorro me miraba con nerviosismo, como si temiera romper algo frágil.

- H-hola, me llamo Nick - tartamudeó.

- Yo soy Judy - respondí, tratando de ocultar mi propia ansiedad.

Nick se acercó más, y nuestras miradas se encontraron.

- Vi cuando su automóvil se estrelló y la traje al hospital. - dijo, con evidente nerviosismo.

Su confesión me sorprendió. ¿Él había sido quien me rescató?

- ¿Fuiste tú quien me trajo? - pregunté.

Nick asintió, nervioso.

- Te lo agradezco - dije, pero luego recordé a mis amigas. La preocupación volvió a mí.

- ¿Y las otras chicas? ¿Están bien? -

Nick bajó la mirada, y su respuesta me golpeó como un puñetazo.

- Lo lamento mucho... Ellas fallecieron. -

Las lágrimas brotaron sin control. Había perdido a mis dos únicas mejores amigas, mis cómplices en risas y secretos. Sin pensar, me aferré a Nick, buscando consuelo en su abrazo.

El hospital se convirtió en un refugio de dolor y esperanza. Dos almas rotas, unidas por la tragedia, encontraban consuelo en la oscuridad de la noche.


Continuará…


¿Qué más les deparará el destino? 🌙🦊🐰


El Ladrón & La CampesinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora