Shine Forever [Kimin-Kihyuk] [Monsta X]

Capítulo 24 [FINAL]

—Sé que no estuviste bien.—le dijo Kihyun al mayor, con una sonrisa llena de pena.—Te vi, Minhyuk.

—¿Qué?

Estaba confundido, no lo comprendía. ¿Kihyun lo estuvo viendo todo este tiempo? ¿Es por eso que a veces él mismo lo encontraba? ¿No estaba loco? Todo era de película, increíble, sacado de un libro de ficción.

El pelinegro rió suavemente jugando con las sábanas debajo del dorso de su mano, observando la blanca y limpia tela. Minhyuk, pese a que se sentía bendecido por tenerlo de vuelta riendo, pensaba que era extraño. Kihyun estaba siendo suave, lucía cambiado. Diferente al Yoo Kihyun de meses atrás, que muy difícilmente era que él sacara su lado suave, con su voz bajita y sonrisas tímidas.

—Vamos, tú también me viste.—respondió el contrario.—Suena descabellado decirlo, pero realmente te veía, te oía. Estuve allí, siguiéndote todo el tiempo como si fuera una especie de ángel guardián para ti.

Para Minhyuk se le hizo imposible pensar en esa noche donde no podía dormirse, pocos días después del accidente. De alguna manera, no lograba mantenerse tranquilo sin dejar de culparse, llorando en silencio entre la oscuridad de su desolada y fría habitación. Fue entonces cuando sintió una suave caricia, algo que hizo que dejara de llorar y por fin durmiera. Ignoró ese episodio a la mañana siguiente, puesto a que su cerebro le estaba jugando una mala pasada esa noche rememorando recuerdos con Kihyun. Y en uno de ellos, éste lo acariciaba y la explicación lógica que había encontrado es que su propio cerebro le debe haber hecho sentir eso para de alguna manera calmarlo después de tanta tortura.

Pero ahora, que oye hablar a Kihyun, sabe que de verdad fue él quien lo acarició.

—No recordaba nada.—siguió redactando el menor.—Cuando te veía llorar me preguntaba "¿por qué llora?", realmente no lo comprendía. Sólo sabía que tú eras el único que me podía ver cada tanto y el único con el que yo quería estar. Nada más te recordaba a ti, sabía quién eras y por qué eres tan preciado, también recordaba algunas otras cosas con otras personas, pero solamente estaban relacionadas contigo.

Minhyuk no sabía qué decir, estaba avergonzado, sintiendo el calor en sus mejillas y sus ganas de intentar retener una estúpida sonrisa que era imposible de ocultar. ¿Así era realmente Kihyun? Porque juraría que en su larga amistad jamás había hablado con tanta vergüenza y ternura, abriéndose por completo. Quizás, incluso hasta se lo hubiese guardado mientras actuaba indiferente.

Las miradas de ambos chicos se cruzaron y la sonrisa del menor se borró.

—Sentí el beso.—confesó.—Y sabía que yo te gustaba. No recuerdo a Jooheon, pero sé que él es mi pareja.

Era como si se lo estuviera reprochando, recordándole lo que había hecho, que estaba mal. Y lo sabía, lo sabía incluso cuando lo hizo. Pero no podía no hacerlo, necesitaba besar esos secos  y quebrados labios antes de que sea tarde. Al menos una sola vez, que la verdad no le bastó. Quería sentirlos suaves y húmedos la próxima vez... si es que la había.

—Lo siento.—fue lo único que pudo ser capaz de responder el peliceleste, aunque era la disculpa menos sincera que pudo haber dado jamás. La verdad era que no se arrepentía de nada.

—Dijiste que si despertaba, me lo ibas a decir. Sigo esperando.

Minhyuk abrió los ojos, esperando a que su mejor amigo dijera que a broma y lo deje pasar, después de todo ya lo sabía, ¿cuál era el fin de decirlo de nuevo? Sería penoso para él. En cambio, a cada segundo que pasaba, su mirada se volvía más insistente. Kihyun realmente quería que se lo dijera.