Tú me perteneces [Gruvia/Yandere-Boy]

Comienzo

❄POV GRAY❄

Había salido un poco más tarde, puesto que me tocaba la limpieza junto a otros dos chicos del salón que me tenían completamente enfurecidos. En el transcurso de la limpieza sólo hablaban de las chicas más hermosas, eso no era lo molesto. Lo molesto era escuchar sus palabras sobre Juvia.

—Yo la invitaría a salir, se ve tan ingenua la pobre. Ah, la engañaria para llevarla a uno de los mejores moteles de esta ciudad —comentó, era de cabellos negros azulados y su amigo castaño.

—Oh, buena idea. Yo te esperaría con todo listo. No debes tener la diversión sólo tú —sonrió con buena, claro estaban apartados de mí creyendo que no escuchaba por estar "concentrado" en lo mío... Pero se equivocaron.

Después de fingir que no había escuchado nada, termine con mi trabajo y tome mi mochila. Salí de primero para adelantarme, cruze hacia la izquierda y al llegar a la primera cuadra me metí en un callejón todo sucio, asqueroso tan descuidado. Pero serviría, después de todo la calle estaba sola.

La noche se hizo presente, las nubes tapaban el brillo de la luna. El viento soplaba con algo de suavidad, se sentía tan misteriosa y fría.

Aproveché para cambiar de vestimenta en ese mismo sitio, y guardar el uniforme en la mochila donde también saque la ropa que me puse. Un jean y un chaleco color negro, tenía una capucha que tapaba mucho mejor mi rostro, justo a tiempo ya que escuche unos pasos así que me fijé con cuidado y era mi víctima. El chico de cabellos negros-azulados, sabía que tomaría caminos separados con su amigo ya que lo conozco del año anterior.

Ejecute mi plan, tiré un billete y le puse una piedra en uno de sus extremos. Luego me escondi en el rincón más oscuros del callejón con grandes paredes. Una de las cosas que mejor atrae alguien es el dinero...

Efectivamente, hice que un bote de basura cayera, el ruido lo alertó y volteo. Al no ver a nadie, iba a seguir su camino pero se detuvo cuando vio el billete.

—Oh, este tiene que ser mi día de suerte. Ahora sólo falta hacerlo con esa hermosura y será mucho mejor —pensó en voz alta.

No resisti, cuando se agachó a tomar el billete use mi increíble velocidad para quedar detrás de él.