I

1.3K 138 100
                                        

"Cuando era pequeño mi hyung y yo solíamos jugar todo tipo de juegos. Algunos eran fáciles y otros difíciles; en algunos podías salir herido mientras que otros podían ser aburridos o extremadamente divertidos."

Las vacaciones habían iniciado oficialmente.

Era un lindo sábado por la mañana, me había levantado temprano puesto que aún estaba acostumbrado a mi horario de clases. Tallé mis ojos mientras bebía un vaso con agua y mi madre me preparaba el desayuno pasándose de un lado hacia otro mientras entonaba una dulce melodía y relucía una brillante sonrisa.

—¿Dormiste bien, cariño? —preguntó mi madre mientras colocaba los trozos finales de tocino.

—Si mami —respondí y ella colocó el plato de desayuno frente a mí, acompañado de un vaso con jugo de naranja recién exprimido—. Extraño a mis amigos.

—Es normal hijo —sus ojos verdes recorrieron los míos, con una dulzura característica en ella cepilló las hebras de mi cabello con sus dedos y sonrió ampliamente—, pero creo saber qué puede hacerte olvidar un poquito tu tristeza.

—¿Me compraste dulces? —pregunté con emoción, ella soltó una risita.

—No amor —sonrió con burla—, es aún mejor.

¿Qué puede ser mejor que los dulces? Mi madre notó la duda en mis ojos al instante y agregó—Vamos Taehyungie, piensa un poco.

—Mmm... ¿Un perrito?

—No, intenta otra vez —me animó.

—¿Un gatito? —ella negó con la cabeza—. ¿Un conejito? —volvió a negar con una sonrisa burlona escapándose de sus labios—, ¿Un osito?

—No es una animal, Tae.

—Veamos, no son dulces ni animalitos... —llevé una de mis manos a mi barbilla, confundido, ¿Qué puede ser mejor que lindos animalitos y ricos dulces? ¡Nada! A no ser...—. ¡Espera, solo hay una cosa en este mundo mejor que los dulces y animalitos!

—¿Y es...? —los ojos de mi madre brillaron, expectantes.

—¡Yoongi hyung, por supuesto!

—¡Correcto! —sonrió orgullosa—. Hyo nos invitó a comer hoy en la tarde, nosotras hablaremos y Yoongi y tú podrán jugar toda la tarde.

—¡¿De verdad?! —pregunté emocionado ante la idea de volver a ver a mi hyung favorito—¡Gracias! —grité y bajé de mi silla para abrazarla.

—No hay de qué Taehyungie, sabía que ver a Yoongi te haría feliz —besó mi frente en un gesto cariñoso—. Pero anda y desayuna antes de que se enfríe.

—¡Si mami! —besé su mejilla una última vez, ella rió caminando hacia la puerta de la cocina.

—Estaré en mi habitación si me necesitas, ¿De acuerdo?

—De acuerdo —respondí. Mamá salió de la cocina y comencé finalmente a desayunar. Estaba muy emocionado, ¡Iba a ver a Yoongi hyung!

Clóset » Taegi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora