Capítulo 2. El principio del fin

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Alex me mira, incrédula:

-¿Qué demonios es eso?-Me dice, señalando mi vestido.- ¿Por qué vas vestida así? Parece que vas a una fiesta- Se ríe.- No te pega nada.

Me ruborizo, apesadumbrada. Es verdad que no me pega nada, yo suelo ir más recatada. Aliso el vestido, porque cuando me siento me da la sensación de que lo enseño todo. Menos mal que me he puesto unas medias que he encontrado en la caja, blancas, porque si no, parecería una popular, y no quiero eso.

-Ya, sé que no me pega, pero no tenía nada más. He llevado toda mi ropa a casa de mi madre, y no me quedaba nada más que esto y una camiseta de Mickey Mouse que usaba de pequeña para dormir, con un pantalón vaquero color mostaza, que además tiene manchas de algo extraño. Así que he elegido esto.

-¡JAJAJAJAJAJAJA!- Se ríe.-Oye, ¿me repites por qué has llevado a casa de tu madre todo? No me ha quedado claro.

-Lo sabes perfectamente. Mi padre se va de luna de miel con Susan y me ha pedido que Lucy y yo vayamos a casa de mi madre durante el trimestre. ¿Ya lo entiendes?

-Pero... ¿Por qué no te quedas con Lucy sola en casa durante el trimestre? Ya eres mayorcita.

-¿De verdad? Ya te he dicho mil veces que tengo 16 años, no 20.-Le remuevo el pelo, porque sé que le molesta.

Ella se ríe, y me indica el coche azul, un escarabajo al que tiene mucho cariño, el "Pitufo". Me siento en el asiento de copiloto. Alex se sienta y arranca. Después de un minuto en el que las dos nos callamos, ella dice:

-¿Te apetece empezar las clases? A mí por una parte sí, pero por otra no. Quiero empezar para perder de vista a mi padre, pero no quiero ver a los populares, que sólo con verlos me muero del asco. No se puede tener todo en la vida...

-Pues, la verdad, no me apetece. Me da miedo.-Reconozco, avergonzada.

-Venga ya, me tienes a mí; además, con las notazas que sacas, no deberías tener miedo.-Me sonrojo. Mis notas son lo único de lo que me enorgullezco.

Decido dejar pasar el tema. No me gusta hablar de temas serios, y menos hoy.

-¿Bueno, y tu hermana qué? ¿Está muy nerviosa? Tendrá que vestirse "osea súper guay", ¿no?

-Pues no, no está nerviosa, pero debería. Jess no tiene nada que hacer contigo así vestida al lado.

-Ja-ja-ja-ja.- Me río.- No tiene ni pizca de gracia. Jess es una fresa, lo tiene fácil.

-Sí la tiene. Por cierto: ¿no vas a maquillarte? No puedes ir así- señala mi vestido- sin maquillarte.

Alex es la hermana de Jess, aunque son como el día y la noche; Jess es una pija que va siempre de rosita, con el pelo rubio y ondulado, y los ojos verdes, y Alex tiene el pelo castaño, rizado, muy rizado, y la tez más oscura. Es más discreta, le gusta el color negro y leer, como a mi. Jess se parece a su madre y Alex a su padre.

Alex se levanta: ya hemos llegado al aparcamiento. Coge un bolsito que tiene en su guantera y me dice:

-Mírame, te voy a maquillar.-Yo niego con la cabeza. Ni de broma. Ella se ríe y asiente. Me agarra y añade:

-Vengaaaa, déjate, porfaaaaaa.

Agarra algo cilíndrico y empieza a maquillarme. Yo la dejo, porque Alex es imparable, nadie puede con ella. Cuando termina, cinco minutos después, yo quiero mirarme, pero me da miedo. Alex niega con la cabeza, y dice:

-No, de eso nada, no vas a mirarte hasta que veas la reacción de los compañeros.

Yo me dejo hacer, Alex coge mi mochila y me arrastra. Dios. Mío. Qué. He. Hecho.

¿Final feliz? No para mí.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora