¿Alguien me dijo que tú?

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La habitación que compartimos ¿verdad mi amor?- se comienza a quitar la corbata y la camisa de botón en botón- Te destrozare por dentro y por fuera Ágape...

Octavio.

No suéltame Octavio –el miedo se apoderaba de ella, sus ojos y forcejeos me lo decían- ¡Lo siento! Octavio, no lo hagas...

Yo creí en ti y así es como me pagas- tome sus brazos llevándolo arriba al nivel de su cabeza- sabes lo cuanto me dolió engañarte con ella y tú seguiste revolcándote con él.

Los dos fallamos Octavio no hay vuelta atrás- sus ojos, aquellos ojos que me enamoraban cada vez que los veía- pero tú no eres así, tu no tomas a la fuerza.

-Ella tenía razón yo no tomaba nada a la fuerza, pero saber que ella fue de otro me volvía loco, desquiciado- Tienes razón Ágape, yo no soy así – me le quite de encima- ¿Sabes porque me acosté con ella?

No – ella permanecía en la cama tratando de calmarse-

Creí que lo que sentía por ti solo era algo sexual y físico, pero con ella, mi persona especial, creí que si nos entregábamos podía dejarte y olvidarte, hacer mi vida con ella pero no era lo mismo, la piel que besaba no era la tuya, su voz no era tuya, tus actos y expresiones no eran tuyas- me cubro los ojos evitando las lágrimas pero estas no parecían calmarse, era la primera vez que lloraba por una mujer- Dime ¿que hice mal?- me giro a verla y ella se sorprende al ver mis lágrimas- Acaso debí tratarte como un objeto, no darte el lugar de mi novia, de solo buscarte cuando necesitaba acostarme con alguien, todo eso tuve que hacer para que me amaras...

Octavio ¡Lo siento! Yo no...- se levantaba de la cama acercándose a mí-

No quiero saber nada de ti Ágape- me levanto antes de que ella se acerque más y yo termine doblegándome- Mañana será el último día que nos veremos, solo nos veremos en la entrevista y en la conferencia y después regresare a España o a Italia.

Octavio no te vayas- me toma de la mano- ¡Lo siento!, sé que no tuve que hacerte esto pero Marco sigue aquí- se golpea el pecho- No sé cómo sacármelo, duele tanto que a veces me gustaría morirme- sus lágrimas me hacen flaquear un poco- Sé que la mujer con la que te acostaste es Mabel, me di cuenta en tu cuello y en las marcas en tu espalda, en el olor que se impregno en tu camisa- me abraza por detrás- Quiero olvidarle, quiero sacármelo pero no sé cómo, lo tengo hasta en la piel y eso me está comiendo.

-Me suelto de su abrazo- Yo no soy quien para decirte como olvidarte de él, solo tú sabes o sabrás como sacártelo igual que yo hice con Mabel – me acerque a ella abrazándola- Te deseo lo mejor Ágape – bese su frente- espero y que seas feliz...

Marco... No te vayas – la suelto-

No- me alejo de ella- necesitamos tiempo Ágape, aclara tus sentimientos – tome la valija con algunas cosas mías- Nos vemos mañana, vendrá por ti yo te veré allá- suspire para salir de la casa dejando a aquella chiquilla dentro, me destrozaba dejarla, ella era mi todo pero yo no lo era para ella y tal vez nunca lo era o lo seria.

-Me quede en la habitación de un buen hotel, la vista era magnifica todo era sorprendente pero algo se sentía solo, por la noche la cama era grande y pedía ser ocupada por alguien más, estuve a momentos de llamarla y decirle que lo intentáramos pero eso era ser débil y no deseaba eso, en momentos mi mente se imaginaba a Marco y Ágape en la habitación abrazándose y besándose, esto comenzaba a ser duro. La noche pasaba lenta y mi teléfono no parecía ayudar con la hora, concilie el sueño por fin a las 5 am y debía estar allá para la entrevista a las 9am, él vuelo salía a las 2pm, así que debía moverme rápido, con las ojeras en mi cara y el cuerpo cansado y tal vez con un dolor de cabeza tolerable , llegue al lugar de la entrevista, creí verla pero al parecer no había llegado aún, me llamaron para las sesión de fotos cuando la vi, su cara se veía decaída, triste sin ese brillo en la sonrisa o mirada que la hacía original, tímida y tierna. Se sentó a lado mío para la foto sin siquiera mirarme, como si no nos conociéramos-

Daddy Issues.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora