¿Te casas conmigo?

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¡Lo siento Ágape!...

Marco ¿dónde iremos?- dice un poco nerviosa-

Es una sorpresa, mi pequeña- concentrado en conducir- solo quiero que lo tomes con calma... ¿está bien?

Mmm está bien- el embarazo no le ayudaba mucho con los nervios y más cuando se trataba de aquel hombre, siempre me llenaba de sorpresas, era como una caja mística, pero siempre le encantaban sus sorpresas que recibía por parte de él, pero siempre había la otra cara de la moneda o de las sorpresas-

Hemos llegado Ágape- suspira nervioso- Vamos.

¿Qué hacemos aquí Marco?- habían llegado al edificio el cual era la empresa de su padre, una firma de abogados que sostenían como jerarquía- Ni lo sueñes, no pienso entrar ahí.

Ágape, por favor, el psicólogo te lo ha aconsejado, recuerdas que menciono la reconciliación con tu padre, ¡Cariño!, yo estaré contigo sabes que no dejaría que nada te pasara o te dijeran – se baja de la camioneta para ir a lado de su mujer para ayudarla a bajar- solo intenta hablar con él, tu padre te espera.

Porque me haces esto...-dijo con un nudo en la garganta, cuando le tomó la palabra a su hombre para entrar al edificio subir hasta aquel piso nerviosa, mirando aquella gran puerta que daba al interior de la oficina principal del magnate, la cual la hacía recordar todas aquellas veces que llegaba corriendo a ver a "papi", emocionada-

¿hija?... Mi Ágape- su padre al verla, se podríanotar las ansias que tenia por abrazar a su pequeña como antes, cuando eraapenas una niña de 3 años que a la llegada de su padre lo primero que hacía era correr a sus brazos y decirle lo mucho que lo quería y que siempre seria "su héroe"- Te vez diferente, el embarazo te hace ver diferente.

Lo sé- ella tan tajante como siempre, aún seguía dolida por el rechazo de su padre, pero aún seguía esa niña pequeña que le alegraba ver a su "héroe".

Buenas Noches Marco- le sonríe para darle un cordial saludo de apretón de manos- ¿Cómo has estado?

Buenas noches Fausto- los dos hombres comenzaban a tutearse- muy bien, esperando a los pequeños y cumpliendo los antojos de ella.

¿Pequeños?- dice extrañado-

Tendremos dos pequeños, papá- ella solo sonreía por imaginar a su pequeños diablillos-

Por Dios, ¿dos pequeños...?- el adulto se volvería abuelo de nuevo, pero no de uno si no de dos pequeños diablillos- Y ¿ya saben el sexo de los pequeños?

No aún no, parece que los bebes no se dejaron ver al principio, la ginecóloga nos dijo que ya era tiempo de saberlo pero Ágape quiso dejar todo al anonimato hacia que sabremos que serán, cuando nazcan- Marco dice emocionado aún más por los pequeños-

¡Ya veo!- el abuelo sonríe contento- Tu madre tampoco quiso saber que serían, cuando estaba embarazada pero nos dios a dos hermosas hijas

Creo que eso viene de familia – dice Marco divertido-

Parece que si- Ágape seguía sostenida de la mano de su hombre feliz-

Adivina ¿Quién está aquí?- Fausto emocionado de la noticia-

Hola hermanita...- un hombre alto, ojos castaños pero parecían más color miel que castaños, el hombre tenía ese brillo en sus ojos como todo un conquistador, la sonrisa más coqueta y los labios más apetecibles del mundo, Marco entendió que la hermosura y perfección venia de familia, aquel hombre poseía un cuerpo fornido, no era ni delgado ni de compleción robusta, era como él hombre perfecto de sueños húmedos para una jovencilla o mujer, el traje lo hacía ver aún más apuesto, el pantalón hacía notar esos muslos mientras que en la parte de arriba solo portaba con una camisa con los tres botones desabrochados y las mangas un poco dobladas, su cabello un poco desordenado de color oscuro que le daba apariencia de rebeldía y sensualidad-¿No me piensas saludar?.

Daddy Issues.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora