Cap. 12: Incomodidad absoluta

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Escuché el ruido de la puerta cerrarse y me salí rápido de la cama para luego bajar las escaleras corriendo - ¡Mamá!-grité al verla de pié frente a la puerta dejando las llaves colgadas a un lado, me abrió los brazos y rápidamente la abracé.

-¿como estás hermosa?-le miré y sonreí, me alegra ser un poco más alta que mi mamá

-¡te extrañé un montón!-ella rió, le ayudé a subir las maletas a su cuarto y allí comenzó a abrirlas para sacar la ropa.-

-¿que tal te fue allá?¿que pasó?

-bueno, ningún acuerdo con la abuela, insiste que el cuerpo de tu padre debe ser trasladado a la otra ciudad, la herencia millonaria que dejó tu padre debe ir hacia ella y m..-pensó- a y vendrá a verte en el verano-

-¡¿qué?!-abrí mis ojos- espera. ¿Ella quiere verme?

-si bueno, estuve hablando con ella y sin abogados aún que no lo creas, quiere verte, quiere estar segura que la herencia terminará en buenas manos. Claro si termina para ti.-mi madre solo se levantó de hombros.

-¿y tu crees que sea por eso que viene?-

-claramente que no-rió- ¿tan tonta crees que soy?-

-sabes que no, anciana.-sonreí-¿quieres que prepare el desayuno?-

-por favor, me daré una ducha y bajo

-claro-

Salí del cuarto de mamá y me lavé el rostro, luego de ello fui hacia la cocina y comencé a colocar la mesa para tomar desayuno, coloqué el hervidor y comencé a preparar nuestros típicos desayunos, saqué la comida que tenía en potes y comencé a calentarla, el arroz estaba listo y comencé a freír los huevos. La puerta sonó y miré por la cocina a ver quién entraba, allí vi como Jungkook entraba con una sonrisa.

-buenos días-le sonreí-¿que haces tan temprano un día como éste?-me refería a un día sin clases.

-solo vine a verte, ¿llego tu mamá?-dijo señalando la cartera de ella en la mesa de centro-

-así es.¿Tomarás desayuno con nosotras?-el asintió.

Mientras colocaba otro tazón más de arroz miré mi reflejo en el espejo del horno y pensé que frente a los chicos jamás me avergonzó que me vieran en pijama, menos ahora que me arreglo. Solo un short de pijama, una polera de tirantes y mayor mente sin brasier solo  que hoy si los usaba, las manos de Kook me tocaron la cintura y las pasó hasta entrelazarlas entre si en mi vientre, recargó su mentón en mi coronilla y allí se quedó-

 Solo un short de pijama, una polera de tirantes y mayor mente sin brasier solo  que hoy si los usaba, las manos de Kook me tocaron la cintura y las pasó hasta entrelazarlas entre si en mi vientre, recargó su mentón en mi coronilla y allí se quedó-

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-¿cuánto estás midiendo ya kookie?

-la última vez que me medí era un metro sesenta y seis-asintió

-ohh

-tu sigues igual de pequeña¿no?-

-deja mi metro sesenta y dos tranquilo-murmuré, cada día kookie se hacía más grande, ahora que lo pensaba sus manos habían crecido seguía con su cabello negro lacio y pegado a su rostro, con su nariz algo grande y esos dientes de conejo.Solté un suspiro y apagué el sartén dejé los huevos sobre cada tazón, Kook aún no me soltaba y tenía que caminar con él detrás de mi .

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