CONEJITO VS. EL FEO MUNDO DE VERDAD.
"Desaparece del mundo real para vivir en un mundo fantástico como este" fue lo último que escuchó conejito antes de regresar a su ya no tan suave ni acogedora cama.
Conejito había regresado al feo mundo de verdad y el sombrero mágico que lo llevó al mundo de piedras suaves había desaparecido y se fue junto con el último aliento de fuerza de conejito, si conejo antes sonreía siempre a pesar de todo ahora el había olvidado cómo hacerlo, los días pasaron desde que regresó del mundo de piedras suaves y lo único que podía recordar era lo que el ser no tan feo le dijo antes de desaparecer "tu aun están en el otro mundo" ¿Qué quería decir eso? ¿Cómo podría dejar de estar en el mundo feo de verdad para regresar al mundo de piedras suaves? ¿Qué tenía que hacer conejito para poder regresar al mundo feliz? El no sabía la respuesta y tampoco creía que alguien pudiera dársela. Los días pasaron y conejito seguía asistiendo a clases, los feos golpes ahora se hicieron manchones morados que cubrían la cara ya no tan regordeta de conejito, y lo curioso es que sus compañeros ahora se encargaban de que conejito llegara a casa con un manchón morado nuevo cada día, conejito había perdido el apetito y su cuerpo regordete y esponjado había dejado de serlo para convertirse en un feo cuerpo huesudo y aplastado, si conejito antes no salía de su casa ahora lo hacia mucho menos, ya ni siquiera asistía a la escuela, ¿los conejos malos y feos se olvidarían de él si no lo veían por un tiempo? Eso no le importaba a conejito por que el jamás volvería a verlos, conejito había decidido no volver a salir de casa nunca jamás, si el no podía vivir en el mundo de piedras suaves tampoco tendría por que ver al mundo feo de verdad siempre ¿cierto?
Tanto tiempo sin comer, tanto tiempo sin tomar luz solar, tanto tiempo de marginación habían hecho a conejito volverse un poco loco, conejito veía alucinaciones todo el tiempo, veía al ser no tan feo decirle que desapareciera del feo mundo de verdad y que fuera con el, otras veces veía las estrellas y planetas del mundo de piedras suaves burlarse de el por qué no podía saltar sobre ellas y por que tampoco podría comer galletas y leche tibia en los planetas, hubo una vez donde los cuadros de seres raros sin pelo más que en la nuca y sin rostro rodearon la cama de conejito estuvieron a punto de robarle el rostro que desde ese día conejito dejo de dormir por miedo a que regresaran y robaran el ahora feo rostro de conejito, ahora conejito ya no era conejito, ahora solo era un ser perdido viviendo en un feo mundo de verdad.
Conejito estaba desesperado que ya no le importaba ir al mundo de piedras suaves ahora solo quería desaparecer del mundo feo de verdad, y la única forma de desaparecer era borrarse del mapa o simplemente dejar de existir, y para dejar de existir conejito tenia que morir.
Conejito no sabia como hacerlo, no quería ahogarse en pastillas de colores o cortarse sus delicadas manitas, no tenia fuerza, contrabajos podía caminar, el sabia que tarde o temprano lo consumiría el tiempo pero conejito ya no quería esperar mas, quería irse ya.
Después de varias semanas de encierro conejito decidió salir al feo mundo de verdad, no por gusto ni por deseo si no que recordó el día que encontró el sombreo mágico que lo llevo al mundo de piedras suaves por primera vez, esa vez casi muere golpeado por los feos y malos conejos, "tal vez si ellos estuvieran" pensó conejito, y con la poca fuerza que le quedaba salto hacia el callejón oscuro en busca de una salida.
Después de mucho tiempo dando débiles saltos logro llegar y efectivamente los conejos malos y feos estaba ahí, todos vestidos de negro que parecían sombras tenebrosas como las de las películas de terror, el único color que sobresalía de ellos era el rojo de sus ojos, ese rojo tan característico que acechaba a conejito todos los días en la escuela, un rojo tan oscuro que parecía salsa de tomate o pintura carmesí, conejito con sus últimos suspiros de fuerza salto hacia ellos y con un ultimo esfuerzo golpeo al conejo feo y malo mas cercano esperando que este reaccionara, este furioso voltio y le dedico una mirada grotesca a conejito, conejito lleno de miedo intento salir corriendo pero su fuerza no se lo permitía pues esta lo había dejado hace un golpe atrás, "Conejito pensé que habías decidido irte, pero esta vez te quedaras en este feo callejón para siempre" dijo el conejo feo y malo antes de hacer una seña lo cual hizo que los demás conejos feos empezarán a golpear a conejito. Una parte de conejito estaba aterrada quería huir y regresar a casa, no le importaba esperar a que el tiempo acabara con el, no le importaba si nunca jamás volvía a ver el mundo de piedras suaves, quería estar en su cama ya no tan suave ni acogedora, no quería estar en medio de unos locos conejos malvados y feos que no dejaban de golpearlo y patearlo, no quería sentir aquel dolor que sentía con cada hueso roto que le dejaba cada golpe, o esos ardores que sentía en el cuerpo cuando los conejos malos decidieron arrancarle el poco pelo que le quedaba, conejito estaba perdido, ahora si su necesidad de desaparecer se aria realidad pero ¿Por qué conejito tenia tanto miedo y no dejaba de llorar?
Durante este tiempo conejito jamás sintió el amor, el aprecio o el calor de otro ser, el estaba tan acostumbrado a ser el marginado que no sentía el dolor que realmente le causaba estar solo, la primera vez que rompieron su burbuja de soledad con golpes y feos manchones rojos fue también la primera vez que probo la felicidad bajo un sueño, se aferro tanto a ella que cuando esta desapareció enloqueció ya que por fin pudo ver la maldad del mundo con la que el era asechado todos los día, se sentía tan perdido y desesperado que decidió ir al extremo para acabar con su dolor, conejito lo logro, pero los últimos momentos en vida en el feo mundo de verdad probable fueron los menos dolorosos de toda su existencia pero si fueron los mas incapaces de el feo mundo de verdad, porque a pesar que lucho por morir al final no pudo luchar por una vida mejor.
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El mundo de piedras suaves (Cuento corto)
Historia CortaHabia una vez en un lugar muy pero muy lejano, llamado Villa Esponjosa, un conejito marginado del resto de los demás conejos, no por ser malvado ni mucho menos por causar miedo, el simplemente no encajaba con los demás.