Desperté con un dolor de demonios.
No te que estoy en la cama de Shadow y tapada.
Me mire bien y vi que tenía una venda que cubría mi espalda y parte de mi ombligo.
Me levante poco a poco para poder sentarme bien.
Hasta que note que no estaba sola.
A mi lado un poco lejos estaba Shadow durmiendo plácidamente.
Me vino un calofrío por dentro.
¿Por qué estoy aquí? ¿Me va a torturar? Muchas preguntas rondaba en mi cabeza.
Lágrimas salía de mis ojos y se hundía un mar de lágrimas gruesas.
Temía que se despertara y me empezara a golpearme o algo peor.
¿Qué quiere de mi?
En un segundo vi como se movía un poco haciendo que yo diera un brinco pequeño y un inaudible gimoteo de parte mía.
-Rose...
Oí decir entre sueño. Me sonroje levemente. ¿Acaso está soñando conmigo?
Me levante lentamente ara no hacer ruido.
Empecé a caminar para poder llegar hasta la puerta del baño y así encerrarme.
-Rose, ¿no debería estar en la cama descansando?
Hoy la voz de Shadow, empecé a temblar otra vez.
-Rose...-. Note como se levantaba de su cama por el ruido que hizo el colchón.
Note sus manos aprisonaba mi sintura para atraerme por atrás hacía él.
Dios...
-Lo siento mucho-. Mientras más se disculpaba más movía mi sintura para complacerlo.
Sentí como algo aparecía detrás, notaba como se pegaba más y más.
-Lo hice ciegamente Amelia, me siento culpable.
Intenté chafarme...
-Rose, por favor no te muevas tanto-. Dijo con un hilo de voz. Le di un codazo y me soltó.
Me fui corriendo al baño y cerré la puerta con llave.
-Rose, abre la puerta-. Decía tocando e intentando abrirla.
-No, déjame-. Dije.
Unos segundos después hubo un silencio.
Sentí algo detrás mío, derrepente me agarro.
-Shhh-. Dijo en mi oído. -Rose solo escúchame. Yo no pensé con claridad, quería terminar con todo. Y te culpe a ti si ni siquiera encontrar ninguna pista-. Su voz era firme y sería. -Perdón y espero que me perdones.
Se separó de mi y se fue dejándome sola.
Continuará...
