Pero el mal ya se movía y su amor daba envidia a los demás... Los dos eran tan puros, se amaban aún sin saber que ese verbo existía.

En el mundo no había otro hombre para ella y él simplemente se sentía más completo que nunca.

Era como una parte de él, una parte libre con decisiones y sentimientos.

Algo que era suyo pero a la vez ya no.

Y si no le decía que la amaba era por qué nadie nunca se lo había enseñado.

Jaque escondidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora