Bestia de la Realeza ( Ethan Dolan)

Capitulo 1

El reino de Heartlock es muy reconfortante, los bellos árboles, las flores y los colores de todas partes lo hacen parecer tan lleno de vida. El pueblo está lleno de gente que es tan alegre, la gente se despierta con una sonrisa en su rostro.

 Pero no el príncipe, el joven príncipe siempre estaba muy callado, siempre estaba de mal humor, no tenía amigos, era tan reservado cuando se trataba de cuestiones, cuando tenía que ir a la ciudad nunca tendría una sola emoción en su rostro. Eso fue hasta que la vio ...

Su pequeño cuerpo llevaba una cesta de fruta mientras saltaba hacia su casa. La niña de 7 años hacía sus quehaceres muy temprano en la mañana para poder tener la tarde libre para jugar, era una niña muy animada, divertida y despreocupada, eso fue hasta que su madre falleció. Su hermano y su padre eran todo lo que le quedaba, ella trató de ser tan feliz como pudo, haciendo sonreír a la gente del pueblo.  

El príncipe tenía obligaciones desde esta temprana edad, como el estudio. Él nunca tuvo tiempo para jugar, se vio obligado a ir al pueblo a las reuniones cuando sus padres irían. Él siempre se escabullía y se preguntaba, el pueblo no se parecía en nada a su palacio, los árboles y las flores lo hacían parecer tan colorido, el aire era tan fresco, donde se podía oler la pasta fresca. El joven príncipe se preguntó a la escuela cómo era ser normal y tener otros niños pequeños a su alrededor para observar cómo era jugar y estar con otros niños como él. Vio a una niña pequeña con hermoso cabello negro brillante y orbes de miel impresionantes, que se balanceaba hacia adelante y hacia atrás en el columpio de colores mientras un niño la empujaba haciéndola reír. Su sonrisa hizo que su corazón se sintiera cálido por una vez, su estómago estaba lleno de emociones que le calentaban las mejillas, una sonrisa se deslizaba a su rostro de vez en cuando, algo que no sucedía muy a menudo.
Poco sabía, que él se obsesionaría con ella, que la reclamaría años después, la trataría como una posesión. Solo hay una forma de que él cambie, es decir, que ella lo pueda amar.