El Pasado Regresa (N.V.M.A.?2)

Lo amo

Sus ojos estaban casi vacíos.

Podía ver como la sangre salía como una fuente que manchaba fuertemente su traje gris.

Su boca estaba entreabierta y sangre salía de ella.

Mi corazón paro por un segundo y luego empezó a latir a un ritmo dolorosamente rápido.

Entendí lo que hice y mis ojos se llenaron de lágrimas, solté el puñal y cuando este creó un golpe seco con el piso, como si de un detonador se tratase caí de rodillas y empezó a llorar, no gritaba, realmente no creo que mi garganta pueda hacer más que simples susurros.

Lo mate...mate a un inocente. ¡Por el ángel! Mate al hermano de Tessa. Mate a un humano.

Toda mi vida creí que al matar un demonio con forma humanoide se sentiría igual que l matar a un humano.

Estaba equivocada.

Matar a un humano era peor, aún más si ni siquiera lo conocía. Peor si añadimos el hecho de que yo realmente quería matarlo, realmente aún siento la frustración de no haber podido dañar a Sebastián y eso solo me provoca querer recobrar la sensación del puñal clavándose en la tierna carne, haciendo un sonido casi vomitivo.

No soporte más y encaje mis uñas en mis manos, sentí un dolor enorme radiar de ellas como punzadas que quemaban mis nervios.

De un segundo a otro pude sentir como mi cuerpo era movido bruscamente y Will me veía con lastima. Vi que sus labios se movían pero no escuché ninguna palabra, ni siquiera pude prestarle atención cuando comprendí lo que pasaba.

Todos estaban peleando.

Cazadores contra demonios. Cazadores contra subterráneos. Cazadores contra cazadores. Subterráneos contra subterráneos.

No me podía mover por más que quisiera, no quería dañar a nadie creyendo que era alguien más. Llore como una niña pequeña, más cuando Will se puso delante mío para protegerme. Me sentía como una niña indefensa.

Sentí un dolor aún más agudo en mi pecho y algo que me obligó a voltear.

Simón estaba peleando. Otro cazador lo estaba venciendo. Tenía miedo pero cuando le encajaron a Simón un vidrio en la pierna perdí el control.

Salte sobre una mesa, volviendo a saltar pero esta vez cayendo con gracia frente a mi amigo le sonreí al otro cazador. Sin pensarlo lo patee en la entrepierna. Estaba a punto de saltar sobre el cuando otro cazador me levanto pegándome a él para romperme el cuello, no pensé cuando enredé mis piernas en las suyas causando que gallera hacia atrás. Me levante e intente golpear de nuevo al que lastimo a Simón, lo golpeé con el puño cerrado en la garganta, salté sobre el y tomé uno de sus brazos, lo doble hasta que escuché un sonoro crack, repetí el proceso con el otro y tomé su cabeza entre mis manos...

Solo gíralo Clarissa, muéstrale que nadie te molesta y sale con vida. Muéstrale que no eres una niña pequeña.

Lo noté, tarde pero lo hice, yo no era una asesina, no era una niña berrinchuda, era más que eso. Solté al hombre y lo dejé tirado, el seguía vivo pero ya no suponía una amenaza, dejaría que la clave se encargara de él.

Sonreí orgullosa de mi misma, hasta que giré la mirada y vi como los colores se iban del rostro de mi mejor amigo. No dude y corrí hacia él, lo miré con los ojos aguados y me preparé. Le quite el cristal y con una mano temblorosa dibuje un iratze.