Shikamaru Shinden: Una nube bailando en pétalos caídos.

Capítulo 7

Naruto estaba en silencio en su escritorio, tanto él como Shikamaru estaban mirando fijamente el reporte en frente de ellos. El reporte fue escrito por puño y letra de Shikamaru.

—Así que la Aldea de la Roca ha hecho esto...— murmuró Naruto.

—Esta es nuestra realidad. Piensa en esto, cuando el enemigo estaba más allá de nuestra imaginación, fue fácil unir a todos. Pero cuando el enemigo es nuestro compañero shinobi, es mucho más difícil reunirlos. Cada país tiene sus propios ideales y valores, sería un mero desiderátum que todos cooperarían entre sí— Explicó Shikamaru.

Naruto apretó los dientes. Siempre había sido de buen corazón y aunque era extraño, había cambiado los corazones de muchas personas. La razón por la que Shikamaru usó esas palabras fue por la personalidad noble de Naruto. Después de todo, su mejor amigo había dejado la aldea para caminar por el mundo, Naruto lo había dejado escoger.
Shikamaru se atrevió a decir estas cosas. Naruto tenía que entender la gravedad de la situación. Era imposible vivir sólo de ideales, especialmente cuando el País de las Flores estaba en semejante peligro.

—¿Por qué están haciendo esto ahora? Si ellos estuviesen en problemas, ¿por qué no simplemente piden ayuda? Si su Daimyo estaba siendo irrazonable, ¡¿Por qué no nos pidieron ayuda, de veras?!— Dijo Naruto tristemente.

Shikamaru se sentía igual. Si cualquiera aldea o país de este continente estaba sufriendo, allí estaba la alianza para ayudarlos cuando pidiesen. Cualquier cosa podría arreglarse negociando. No obstante, el País de la Tierra, y, por consiguiente, la Aldea de la Roca, habían decidido invadir el País de las Flores. Por otra parte, no cabe duda que su orgullo se estaba metiendo en el camino.

—El anciano Onoki estaba tratando de decírmelo— Suspiró Shikamaru.

Naruto levantó la cabeza.

—Sin importar qué tan pacifico sea…los shinobis siempre serán shinobis— explicó Shikamaru.

"Los shinobis siempre serán shinobis..." reflexionó Naruto.

Shikamaru asintió con la cabeza silenciosamente.
Si escogían no actuar, el País de las Flores sería invadido. Sus pacificas vidas serían destruidas por la Aldea de la Roca. ¿Sería posible ganarles? La Aldea de la Nube intervendría debido a su alianza con las Flores. La Aldea de la Niebla se aliaría con Kurotsuchi, y después, las cosas se pondrían cada vez más confusas.

La 5ta guerra ninja, la peor conclusión que se le vino a la mente.

Asimismo, una vez que entrasen en guerra, no terminaría igual que la anterior. No hubo una fuerza alienígena reuniendo a todo mundo. Los resultados de la última guerra no significarían nada, la paz que el mundo había logrado, por la que pelearon tan arduamente, se iría.
Los ninjas eran los escudos del Daimyo. Ellos habían decidido quién lucha contra quien. Solo el derramamiento de sangre lo terminaría, y eso nunca acabaría. Todo por una disputa.

—Shikamaru—, dijo Naruto.

El héroe que le puso fin a la última guerra, mostraba tristeza en los ojos.

—Si va a estallar una guerra, debemos detenerla. Nuestros niños no tienen porque saber de la guerra. Nuestra aldea pacifica es una aldea shinobi. Es tal y como dijo Onoki— Dijo Naruto. —Pero la generación de Boruto piensa diferente que nosotros, sus padres. No quiero que piensen que nosotros los usaríamos como carne de cañón.—

Naruto cerró los ojos. Shikamaru se preguntó a quién estaba viendo en su mente. Neji Hyuuga o tal vez Itachi Uchiha? Ambos habían muerto durante los últimos acontecimientos de la guerra.