Shikamaru Shinden: Una nube bailando en pétalos caídos.

Capitulo 21

Shikamaru tenía sueño...

Estaba solo en el área de fumadores del lugar.  Todos los demás estaban absortos en la reunión, nadie más había ido a fumar.

Estaba acostado en un banco, mirando perezosamente el cielo. Justo debajo de él, la reunión se estaba llevando a cabo.

Los que querían hablar se turnaban y una vez que eso pasaba el podio era ocupado por el presidente.  En ese momento, otro discurso ocurriría.

Si todos los países que querían hablar lo hicieran, la reunión terminaría alrededor de la medianoche.

—Tengo algo de tiempo libre...— suspiró.

¿Qué haría él para llenar ese espacio de tiempo?

Escuchó muchas voces que se elevaban desde la gran sala, muchas de acuerdo con Naruto e Ikkyu.  Algunos países incluso condenaron a el país de la Tierra.

Para Shikamaru, lo más extraño era que en la lista que había visto de las naciones que habían elegido hacer discursos, la Tierra de las Flores no estaba en ella. Estaban a punto de ser atacados por una gran potencia pero no hablaban en absoluto durante la reunión?

Había pasado mucho tiempo desde que salió del vestíbulo.

Unos cuantos samuráis habían salido a descansar.  Ninguno de ellos habló con Shikamaru, que estaba tumbado en el banco en medio del camino.

—La concesión general del Hokage no puede ser ignorada...—

Oyó una voz familiar debajo de él.

Kurotsuchi...

Aunque el lugar era mucho más grande, su voz seguía siendo tan fuerte como en la Reunión de los Cinco Kages.

La Tsuchikage habló.

—El desequilibrio de poder de Konohagakure siempre será un conflicto entre nosotros. Pero aceptaré su oferta en nombre de el país de la Tierra.  Había decidido cooperar con la invasión a el país de las Flores; sin embargo, el discurso del Hokage y las valientes acciones del Daimyo del Fuego, Ikkyu, todo lo que me preocupaba estaba fabricado en mi mente. Ningún genjutsu estaba involucrado, sólo mi propio error de juicio,—

La fría Tsuchikage había aclarado su corazón y su mente. No era una idiota, si las circunstancias cambiaban, las aceptaba sin dejar que su ego se interpusiera en el camino. Por eso era sabia.

—Me gustaría aceptar la oferta de el país del Fuego.  Por lo tanto, no hay razones para que la roca oculta entre en batalla—.

—¡SÍ!—  Shikamaru apretó el puño, aún recostado.

Sin sus ninjas, el país de la Tierra perdería la mayoría de su fuerza militar. No tendrían poder para hacer la guerra, especialmente sin el apoyo de las Cinco Naciones.

Las palabras de Kurotsuchi significaban que la guerra había sido evitada. Ya no hay necesidad de una resolución. Kurotsuchi había decidido como había terminado el juego.

—Yaaaaaaaa~...—

De repente estaba tan cansado. Sintió lágrimas derramarse por un lado de su cara, debido a la completa ansiedad. No pudo evitar llorar, aunque trató de no hacerlo.

Para Shikamaru, esta lucha había sido un motín. Fue una dura batalla que no pudo haber librado solo.  Comparado con este evento, todo su trabajo anterior no fue nada.

Esta fue la obra de vida de Shikamaru.

En batallas pasadas, había estado solo. Incluso si trabajaba en equipo, tomaba cada batalla como una prueba de su competencia. Aquellas veces se derrumbó, incluso "murió" sin cambiar el mundo o cómo funcionaba. Después de todo, el país del Fuego era solo una pequeña parte del mundo.