Lo veo todo blanco,tengo una bolsa con hielos en la frente y huele a enfermería, una enfermería... A lo mejor curan mi corazón.
Un momento ¿Qué diablos? ¿Desde cuando sé como huele una enfermería? ¿Acaso ahora mi mente es una novela mala romántica para adolescentes? Mierda. Bueno pues habrá que aconstumbrarse a ella.No he visto a ninguna persona más tonta que tú.
Sí, mi conciencia me hace bullyng.Finalmente abro los ojos y estoy tumbada como en una camilla un tanto incómoda. La sala es extraña, hay un botiquín y varias cajas con pastillas y recipientes pero esto no parece un hospital. También hay un salvavidas colgado en la pared y un poster en el que dice: I love Summer Life,
Sinceramente, es bastante...horroroso.
Ni que te hubiese decorado a ti la casa el más prestigioso decorador de tu país.
Vale perdona Rodolfo. (Creo que me estoy volviendo loca)Sigo contemplando un rato más la sala cuando me doy cuenta de que también me están contemplando a mi.
Es Nicolás, me mira un tanto deprimido.Frunzo el ceño y hago un ademán para que se acerque.
-¿Me puedes explicar que ha pasado?-le pregunto seria.Se sienta en una silla al lado mía, no sin antes depositar un beso en mi frente y sonreírme.
-Me alegro de que estés bien, realmente estábamos preocupados por ti.Le doy una sonrisa de medio lado.
-¿Y bien?
Vuelve a mirarme deprimido.
-Pues, Ismael fue quién te empujó. Se lo ordenó Laura.-¿Empujarme? ¿Empujarme a qué?-digo confusa.
De repente abro mis ojos tanto que creo que puede leer mis pensamientos.
¡Adrián! ¿Dónde está? ¡Mi granizado! Maldita gorda.
-Ese imbécil me las pagará, me va a oír.- Digo ya levantándome.Pero al levantarme noto un crujido, viene de mi cuello.
-¡Ah,joder!
-Será mejor que te quedes aquí Ur, el socorrista-noto que pone tono de burla y énfasis al decir la última palabra- Dijo que vendría cerca de esta hora, yo iré a llamar a tu madre ¿De acuerdo? Adiós Ur.
-¡Espera! ¿Quién me ayudó cuando el desgraciado ese maldito hijo de su madre, me tiró a la piscina?
-Uno de los Ratas, Marcos de hecho.
Suelta una sonora carcajada al ver mi cara de póker.
Sale del cuarto dejándome a mi susurrar un "El idiota de Marcos..."
-Si pues el idiota de mi hermano puede que te haya salvado la vida.
Miro hacia la puerta rápidamente y veo a un chico con una bolsa, tiene el pelo castaño claro y unos ojos tan grandes como de las raquetas que deja asomar por su bolsa, puedo alcanzar a ver que es de pádel.-¿Y tú quién eres?
Se ríe.
-El socorrista más guapo y encantador de por aquí, me llaman Luis. Bueno,es porque me llamo así.-Me guiña un ojo.Yo me sonrojo ¿Por qué me he sonrojado? Si es un estúpido egocéntrico.Habló la humilde del pueblo, me estás empezando a caer mal.
-Si que tienes el sonrojo fácil, lo mismo te pasó la última vez.
-Pero qué... ¿De qué me conoces?
-No nos conocemos aunque me gustaría que me dieras el gusto-hace una pausa para guiñarme de nuevo el ojo a lo que yo hago otra para decirle:
-¿Qué tienes un tic en el ojo o qué?
Me ignora y sigue hablando.-Nos conocemos de la heladería, eras la loca que gritaba y reía gritando de allí.
Ahora lo entiendo, ahora entiendo lo de las raquetas, es verdad que aquí hay un club de pádel.
-Pero y.. ¿Cómo que te acuerdas de mí?
-La cara de asco con la que mirabas mi helado era inolvidable.-hace un puchero.Me río sin parar.
Después de una tonta conversación sobre helados y su pelo me pregunta la peores de las preguntas del momento.
-¿Y si era tu amigo porque te empujó e hizo eso?
Eso me hace apretar los puños y notar como se me hacen agua los ojos.
-No lo sé.
-Oye perdona no queria hacerte sentir mal ¿Por que no vas y hablas con él?-pregunta haciendome un puchero.
-Sí, eso mismo haré.-contesto levantándome.-O si no podrías quedarte a que te consuele mi hermano, él es confiable y no es feo, de hecho es bastante guapo deberías de reconocerlo y muy atlético también triunfa mucho tanto como con las chicas y tanto como en el fútbol, ha ganado 3 premios y dos de ellos eran explícitamente para él, y tu tampoco estás mal y no..
Le interrumpo.-Qué interesante lo que me estás contando.Ojalá te lo hubiera preguntado.
Me largo de allí dispuesta a encontrar a Ismael. No sin escuchar una sonora risa de Luis.
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Tic Tac.
Roman pour AdolescentsTodos tenemos a alguien que nos gusta, alguien que nos hace estar pensando en cada momento y hace como si sintieramos una presión en el corazón, que no duele, pero está ahí. Ella también lo sentía pero no sabía por quién. Y él es... la definición de...