UNDERTALE-Todas Estas Piezas Rotas (Soriel) - by PaddieFrog. TR ESP.

Sauce Llorón

(notas al final)

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3. Sauce Llorón

El destino que Toriel tenía en mente para discutir, era un sauce grande y envejecido que crecía junto a su hogar. Era un hermoso y viejo árbol, con largos y frondosos zarcillos que formaban una especie de cúpula que protegía a aquellos que se ocultaban debajo. Toriel había pasado muchas tardes leyendo bajo su agradable sombra. También había un pequeño arroyo que el sauce pasaba por alto, lo que hacía de esta la zona perfecta para cazar todo tipo de insectos. Hoy, sin embargo, solo esperaba que la atmósfera pacífica y la naturaleza un tanto aislada de la cúpula del sauce, ayudaran a Sans a relajarse durante el difícil proceso que ambos estaban por enfrentar.

Mientras se acercaban al árbol, él permaneció en silencio, todavía agarrando su mano. Prácticamente había sentido su nerviosismo empeorar desde que salieron de la casa, cuando empezó a asimilar la realidad de lo que habían acordado. Toriel le dio a su mano un apretón tranquilizador, y le lanzó una sonrisa amable mientras apartaba los zarcillos del sauce para que se adentrara en su sombra. Parecía reacio a mirarla a los ojos, aunque le ofreció un suave "... gracias", antes de entrar.

Hubo una baja de temperatura satisfactoria cuando ingresaron a la cúpula. Los haces de luz que atravesaban las hojas proyectaban sombras moteadas sobre los dos, mientras se dirigían al gran tronco del árbol. Toriel fue la primera en sentarse, escogiendo un lugar donde las raíces formaban una especie de sala de estar natural. Sans caminó a su lado, pero permaneció de pie un rato más hasta que finalmente le soltó la mano. Su expresión era ilegible y sus ojos estaban casi completamente apagados. Era fácil ver lo tenso que estaba, por lo alejado que se veía de su tan habitual aspecto apático y tranquilo.

Ella comenzó a preocuparse de que la perspectiva de todo lo estuviera abrumando. Antes de que pudiera decir una palabra, él se recostó contra el árbol y se deslizó hacia el suelo. Sus manos, ahora libres, volvieron a su lugar habitual en sus bolsillos, mientras observaba la cúpula de hojas que los rodeaba.

"Este árbol es precioso, ¿verdad?", Dijo Toriel, moviéndose hasta quedar una posición más cómoda y volviéndose para mirarlo de nuevo. "Es aquí a donde tiendo a ir cuando necesito un poco de paz. No podría pensar en un lugar mejor para hablar que este." Sus labios se curvaron en una sonrisa cálida mientras levantaba la vista hacia el ondulante mar de hojas y ramas. "A veces, podría jurar que este viejo sauce tiene un alma que puede comunicarse con la mia. Cuando vengo aquí y me siento debajo de sus ramas, es como si estuviera saludando a un amigo de toda la vida. Creo que es bueno, que las almas viejas como él y yo nos atraigamos naturalmente. De lo contrario, este sauce estaría siempre solitario, ¿no es así?".

Regresó su atención a Sans. Sus palabras estaban destinadas a aliviar sus nervios, y aunque no hicieron mucho, al menos eso lo llevó a volver a mirarla a los ojos. Su rígida sonrisa se crispó un poco, pero no reaccionó más allá de eso. Todo lo que lo atenazaba claramente no había desaparecido, pero por lo menos ya no lucía como si estuviera a un segundo de huir.