Jodidísimo

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Ella cayó rendida sobre su pecho luego del segundo orgasmo, cansada, realmente relajda y satisfecha. Kenny le sonrió un poco antes de dejarla a un costado, sobre el colchón, arropándola con cuidado de no incomodarla o causar que se despertara. Hecho eso, se recostó a su lado unos segundos. Él igualmente estaba cansado luego de tanto movimiento y sexo. Pero su cansancio, más que físico, era mental. En todo el tiempo que llevaba en aquella habitación manteniendo relaciones con aquella chica, su idiota mente no había podido borrar el recuerdo de las expresiones de Kyle mientras él lo tocaba aquella vez en la biblioteca. Miró el blanco techo un rato, sin ninguna expresión en particular. Los juveniles posters de bandas y cantantes famosos le incomodaron por algún motivo, como si Justin Bieber no pudiera quitar la mirada de su cuerpo. Suspiró. Se quitó el preservativo usado y lo tiró en la basura, para luego levantarse de la cama y comenzar a buscar su ropa en medio del desastre que era la habitación.

Luego de acomodarse la capucha sobre la cabeza y tomar su celular, todo estaba listo. Se despidió mentalmente de aquella chica cuyo nombre no recordaba, y salió de la casa sin hacer ruido alguno. En las calles silenciosas solo había uno que otro gato peleando por una gata en celo, y las farolas iluminando la soledad del ambiente. Suspiró de mala gana, y comenzó a patear una piedra. Se notaba decaído luego de haber peleado con Kyle de aquel modo. No había sido su intención ser tan duro o pendejo, pero... ¡No había podido más! Deseaba a Kyle. Lo quería tanto que había llegado a ese extremo idiota de pensar que una pastilla sería la solución a sus problemas. Frunció el ceño y comenzó a auto insultarse en murmullos ahogados. Hubiese sido mejor matarse a pajas con una foto de Kyle siendo metrosexual.

Luego de recordar vagamente que en medio de las estocadas le había llegado un mensaje, paró en seco su caminata. ¿Sería Kyle? Sin poder contenerse soltó un "¡Yuju!" al viento, mientras sacaba su celular del bolsillo trasero de su pantalón. Buscó en la bandeja de entrada con mucho apuro, sin embargo el entusiasmo murió ni bien leyó " Culo Gordo" en el remitente del mensaje. Dejó salir su característico "ow..." de decepción, y chasqueó la lengua antes de apretar un poco su capucha debido al frío. Abrió el mensaje con su mano enguantada, y leyó sin mucho interés.

Pobre piojoso: "No tengo ganas de ir."

Culo Gordo: "Hijo de puta, estaba durmiendo."

Pobre piojoso: "No me importa. "

Culo Gordo: " Tienes que venir."

Pobre piojoso: "¿Para qué? ¿Qué me darás a cambio?"

Culo Gordo: "Cinco dólares."

Pobre Piojoso: "Quince o nada"

Culo Gordo: " ¡Avaro malnacido!"

Pobre Piojoso: "Veinte."

Culo Gordo: " Diez. "

Pobre Piojoso: " Veinticinco."

Culo Gordo: "¡Hijo de puta! ¡Más vale que traigas tu sidoso culo a mi casa mañana, tienes que arreglarte con el judío!"

Pobre Piojoso: "...¿Kyle irá?"

Culo Gordo: " Sí, y si no vienes, encontraré la forma de hacer gay a Stan y haré que follen tan duro y seguido, que todos tus revolcones con putas parecerán un tierno beso en el dorso de la mano."

Pobre Piojoso: " Pero él no quiere verme."

Culo Gordo: " No sabrá que tu estarás allí. "

Pobre Piojoso: "No puedo verlo a la cara."

Culo Gordo: "Ya le chupaste el pene, se hombre, carajo. "

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⏰ Última actualización: Aug 30, 2018 ⏰

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