Letras

Desinterés

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Historia dedicada a una amiga. Los nombres (principalmente apellidos) de los personajes hacen referencia a personas de la vida real. Además, se usa lenguaje coloquial proveniente de Argentina.
La historia está fuertemente basada en la saga de libros de Harry Potter de J.K. Rowling.
Los acontecimientos se dan lugar en el colegio de magia Castelobruxo, ubicado en Brasil.
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Eran las 3 de la mañana. La joven muchacha se levantó, no podía dormir de la ansiedad.

"¡Felicidades hija! Irás a Castelobruxo igual que yo!"

Aún escuchaba la voz de su madre retumbar sus oídos, estaba emocionada sobre el colegio de magia y hechicería latinoamericano. Hablaba de las casas que había, los pasillos, las asignaturas, todo con una emoción y una notoria nostalgia.

Ella había hablado por años como era ir a ese colegio, que era muy divertido conocer a tanta gente de otros países y que siempre estuvo contenta de volver. Qué era perfecta, que pasó a ser líder de clase, siempre hablaba de como ella destacaba.
Pero por el contrario, su hija no parecía nada emocionada por ir, de hecho, sentía una sensación de nervios y algo de preocupación. No sabía con quién o qué se iba a encontrar.

Al día siguiente, ella era la primera enfrente de los enormes barcos que zarpaban desde Mar del Plata, todo disfrazado de un crucero costoso. Los muggles murmuraban observaciones sobre lo arcaico que era el barco, que se veía como del siglo XIX. La joven parecía molesta por esto, ya que al igual que su madre, odiaba escuchar comentarios desde detrás. Además de los comentario extra al estar usando una túnica color verde con detalles en marrón que la hacia verse notoriamente ridícula en el contexto que se encontraba.

- Y salúdame a tu profesor de Encantamientos, adiós querida.- escuchó a su madre decir mientras depositaba un beso en su frente.

El viaje era agradable, bastante tranquilo y no tardaron ni dos horas en llegar, era como viajar en tren, se sentía una ligera sensación de cosquillas estando en el barco, y el viento marino, aunque la despeinaba, le hacía sentir que volaba.
Aunque la realidad era lejana a ello, de hecho, al asomarse por el ojo de buey, podía ver el fondo marino que mostraba un paisaje submarino. No esperaba menos de un transporte mágico, de hecho, estaba esperando que el barco volará o algo por el estilo.

Al llegar, desembarcaron en un bosque frondoso, qué ocultaba un pequeño puerto por donde ella y todos los del nuevo ingreso pasaron, se tomó lista y se prosiguió con una guía, que los hizo subirse en unos pequeños coches que parecían moverse por si mismos, ya que no tenían volante, o pedales.

Al llegar, una magnífica estructura de piedra, que parecía bañada en oro se levantaba ante sus ojos.

- ¡Bienvenidos sean a Castelobruxo!-

Decía la guía, con un acento que demostraba que era de la zona, era una mujer alta, esbelta y de piel morena, cabello esponjoso y negro como la noche, adornado con un tímido sombrero  con un par de plumas también  oscuras, y sonrisa que iluminaba más que sol. Vestía una túnica abierta hasta los tobillos color amarillo con una cinta en sus caderas, haciendo que se detallará más su cuerpo y su juventud, usaba botas color anaranjado oscuro, y a pesar de caminar sobre tierra húmeda y mohosa, se escuchaba como sinunos tacones chocaban el suelo. También tenía muchas pulseras y muchos collares que adornaban sus extremidades, haciendo un leve sonido similar a unas maracas a medida que contoneaba su cuerpo, moviéndose de lado a lado.