Capítulo 2

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Cuando hable por fin con mi madre me había aconsejado, que siguiera mis instintos, que, si me quería ir de Madrid, que lo hiciese, pero que pensara las cosas bien.

Siempre cuando estoy tan confundido hago una lista y siempre el destino me guía a buen camino (o eso creo yo). Como buen sagitario que soy me encanta viajar, renovar aires me sienta muy bien, por eso había pensado en ir a Granada, una ciudad Andaluza, que tiene montaña, pero también costa, me encanta el mar, siempre digo de broma que soy un pez sacado del mar porque siempre que puedo estoy nadando en una piscina o en el mar, de ahí el secreto de mi cuidada figura. Cuando deje de estudiar, estaba tan contento de que por fin había acabado mis estudios, pero ahora ese momento lo echo de menos, por eso había decido de matricularme en un master en Granada, ya que en esa universidad el plan académico me había gustado y aparte según dice los andaluces son muy salados y guapos.

El problema era Claudia, siempre hemos estados juntos desde pequeños hasta ahora hemos sido inseparables y me daba miedo separarme de ella... y otro problema mayor como se lo digo. Había decido hacerle su plato favorito para cenar que era risotto de setas. Miré el frigorífico y al ver que no tenía ningún ingrediente para hacer Risotto, decidí ir a comprar.

Hugo, ¿Mañana trabajas?, es que mañana no voy a tener clase y era para verte si quieres.

No sabia que contestar, por una parte, si quería verlo, pero por otra parte ya que había decidido irme de Madrid, no quería ahora ilusionarme y quedarme, así que la mejor opción sería decirle que ya mañana le digo según me diga mi jefe.

Ostras se me había olvidado por completo tendría que hablar con mi jefe para decirle que me iba...

No me había dado cuenta cuando ya había llegado al supermercado cogí los ingredientes necesarios y me fui a casa.

Quien haya cocinado Risotto sabrá que no es muy difícil elaborar ese plato, pero tengo que confesar que odio cocinar, pero si es por Claudia me tengo que esmerar. Mientras pensaba la alegría que se llevaría Claudia al ver que había hecho Risotto, un recuerdo se me vino a la cabeza.

15 años antes

No entendía porque tenía que mudarme a otra cosa y mas a otra ciudad, cuando mi padre me vino a mi cuarto y me conto que teníamos que mudarnos, porque le habían ofrecido un trabajo mejor en Mérida, empecé a llorar no quería dejar aquí a mis amigos, mi colegio...

Los días pasaron muy rápido, y cuando quise recordar, el camión de mudanza estaba en mi casa, recogiendo todas las cajas, iba a dejar mi casa un nudo en mi garganta se me hacía, ahora voy a vivir en una ciudad tendré que hacer amigos nuevos y si nos les gusto que será de mí. Cuando estaba todo listo, me monte en el coche de mis padres y de camino a Mérida.

El trayecto fue corto, cuando vi mi nueva casa, era preciosa, tenia jardín, piscina, era muy grande, podría invitar a muchos amigos, lo que me recordó que todos mis amigos lo habían dejado en el pueblo.

Cuando vino el camión de la mudanza, los vecinos del al lado vinieron a presentarse, tenían una niña de mi edad, se llamaba Claudia. Cuando vi a una niña vestida de chándal corriendo hacia mí.

¿Tú debes ser Hugo? Me pregunto eufóricamente Claudia, a lo cual le respondí con sí muy tímido. No tengas vergüenzas Hugo, algo me dice que vamos a ser muy buenos amigos me dijo mientras me daba un abrazo Claudia.

Tiempo actual

Una sonrisa, se me marco en la cara, desde ese momento Claudia y yo hemos sido inseparables, a todos lados íbamos juntos, estudiemos lo mismo, estábamos en la misma clase, tenemos el mismo circulo de amigos, sus padres hace unos años se creían que éramos novios de tanto tiempo que pasábamos juntos. Os puedo asegurar que la amistad que tenemos ella y yo es verdadera, sin interés, la quiero como la hermana que nunca tuve.

Cuando un sonido, me hace salir de mis pensamientos, Claudia ya esta aquí. Se puso a gritar cuando vio que estaba cocinando su plato favorito, me dijo ¿Y esto por qué?, ¿A quién te has follado ya?

Le dije que era mejor esperar para después de cenar hablar, no quería decírselo sin antes de cenar, me dijo Hugo Torres, dímelo ahora esa contestación parecía una orden y me daba miedo su reacción.

Sin pensar le dije Claudia, tu sabes que te quiero mucho, como una hermana, me fui de Mérida porque estaba en un bucle, y llevo días sintiéndome igual, he pensado en dejar el trabajo, irme de Madrid y hacer un Master.

Se le cambio la cara, no sabía lo que estaba pensando y eso me aterrorizaba.

Destino o CasualidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora