Capítulo 3

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No sabía cómo iba reaccionar, no quería que pensase que esto era fácil para mi porque no lo era. Cuando empezó hablar.

Haber Hugo, no me enfada que quieras irte de Madrid, lo que me molesta es que, si estabas mal, porque no me lo has dicho, soy tu mejor amiga y estoy para lo que necesites, puf mientras decía eso el miedo que tenia se desvaneció.

No lo sé Claudia, llevo días sintiendo que en esta ciudad no debo estar, quiero irme de aquí, pero me daba miedo tu reacción respondía sin pensar, en ese momento Claudia me dio un abrazo y me dijo bueno ¿A dónde nos vamos?

¿Cómo que a donde nos vamos?, tienes tu trabajo aquí, muchos amigos no voy hacer que lo abandones todo por mi le respondí tajantemente. Ella solo se limito a decir recuerda que a donde vayas tú, iré yo.

Le conté la idea de ir a Granada, a hacer allí el master, solo eran dos años, ella se mostraba entusiasmada ya que sus padres le dijeron cuando acabo el grado que hiciera un master pero ella no quiso, así que sus padres no tendría ningún problema al revés la apoyaran tanto emocionalmente como económicamente igual que mis padres a mí, lo único que me pidió fue una semana para irnos, para buscar piso por internet, para dejar su trabajo y despedirse de sus amigos aquí.

Por mi era perfecto, porque mañana tendría que decírselo también a mi jefe y también quería hablar con Alex, porque se que si pierdo la oportunidad de verlo me voy a arrepentir mucho tiempo.

Le mande un mensaje a Alex: Alex, mañana si puedo quedar contigo ¿Quieres que quedemos para cenar?

En un principio no quería quedar con él, pero sabía que tenía que hacerlo.

Al día siguiente, le dije a mi jefe que me tenia que ir de Madrid que tenia que dejar el trabajo, él de una forma hasta me lo agradeció porque no sabía cómo despedirme, ya que su hijo había cumplido la mayoría de edad y quería enseñarle el oficio, que cara más dura.

Me fui del trabajo a mitad de la tarde, me daba tiempo a darme una buena ducha relajante, vestirme tranquilamente y quedar con Alex.

Mientras estaba en frente del espejo, dudaba si ponerme una camisa o una camiseta, porque si me ponía una camisa el podría interpretar que esto es una cita, bueno yo interpretaba que era una cita, pero si me ponía una camiseta, era más bien como amigos, no sabia que hacer. Así que me decante por la camisa azul que me estilizaba más.

A la hora acordada, esperé en el parque que habíamos quedado y lo vi aparecer, lo primero que pensé fue que no me había engañado con su aspecto ya que era igual que en la foto. Se acerco a mi y me estrecho la mano saludando, y su primera frase fue: Eres mas guapo en persona. En ese mismo instante me sonroje.

No sabíamos donde ir a cenar, nos decidimos por italiano que estaba muy cerca del sitio donde habíamos quedado, pero al llegar estaba cerrado y me insinuó de ir a su piso, y él me hacía de cenar. Me limite a decir vale y fuimos de camino piso.

Fuimos caminando, hasta llegar a su piso, era unos pisos muy antiguos, la fachada era muy bonita, era de color pastel y las ventanas cerradas por una madera de color caoba era precioso. Su casa residía en la cuarta planta, pero lo más curioso que al ser un piso del casco de viejo de la ciudad no tenían ascensor.

Cuando entramos por la puerta me encuentro un piso totalmente distinto como me lo había imaginado, me lo había imaginado antiguo, sin reformar, con las ventanas grises de los años 70-80, pero no era un piso totalmente reformado, con suelo de parquet, vitrocerámica, todo curiosamente muy ordenado, parecía que lo había recogido todo como si esperase a alguien.

Me enseño la casa y llego el turno a su habitación, una habitación con una cama inmensa, en la cual si los dos nos metiéramos casi ni nos rozaríamos, pero por un momento me sonroje porque estaba imaginando a él y a mí en su cama.

Mientras Alex cortaba las verduras para la cena, me conto que tenía cuatro hermanos, él era el más pequeño, con su familia tenía contacto, pero no tenía el contacto que le hubiese gustado. Y en un momento de la conversación me coge de la mano y me dice, ¿Dónde has estado todo este tiempo metido que no te he visto? Mientras me daba un beso, un beso que hizo temblar hasta el alma.

Mientras me estaba besando y mis pies parecían que estaban flotando, me abrazo. Y me dio un pequeño bocado en la oreja y fuimos directos a su habitación mientas me desnudaba, y yo lo desnudaba, que abdominales más marcados tiene y una delgada línea de pelo le bajaba de su ultimo abdominal hasta que se perdía por su bóxer de color negro, se apreciaba un delicioso bulto, cuando en ese momento se bajó el bóxer, y me enseño su polla.

Mientras él me tira a la cama y se pone encima mía... sí existe el paraíso puedo asegurar que en ese momento estaba ahí, me daba besos por el cuello y me mordía la oreja, bajaba por mi cuello y llego a mis calzones, en ese momento me los quito y se llevó a la boca mi miembro,

Dios mío que placer, estaba pletórico y sobre todo muy excitado, mientras yo jadeaba, el seguía lamiendo mi sexo, se quitó mi polla de su boca y fue subiendo hasta llegar a darme un beso, en ese momento me indicaba con su mano que bajara hasta llegar a su sexo. Estuve un rato dándole placer, cuando abrió un cajón y saco un preservativo, un bote de lubricante, se colocó el condón y lo lubrico bien cuando sentí que me estaba penetrando, solo jadeaba y me cambiaba de postura, y seguía metiendo su pene hasta que el empezó a jadear más fuerte, cuando acabemos los dos, no sé cómo pero me dormir a su lado. 

Destino o CasualidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora