All The Kisses // TAETZU

Segundo: Second Kiss.

Taehyung conducía por la ciudad de noche, Tzuyu estaba en su asiento de copiloto como usualmente hacía y entonaba por lo bajo las canciones de The Neighbourhood. Era casi una rutina y se dio cuenta de cuan agusto estaban juntos y que además eran seres nocturnos.

Siempre andaban de aquí allá en la noche, sujetados de la mano, mirándose con ojos de amor y bailando o cantando canciones que nadie oía, que nadie apreciaba. Canciones presuntuosas de hipster presuntuosos, dirían sus amigos mientras los miraban andar al ritmo de sus propias vibraciones. Habían sido una pareja fantástica, siempre parecían estar fuera de este mundo y aunque ya no eran una pareja aún parecían flotar entre planetas.

Kim aparcó el auto en lo más alto de un estacionamiento abandonado, desde ese lugar se podía ver toda la ciudad, cada punto turístico y no tanto que había visitado junto a su alguna-vez-novia. Cada lugar que tenía un anécdota parecía tener un brillo especial aquella noche, incluso la casa de YoonGi.

—Aquí, escribiste nuestros nombres con una lata de aerosol rojo— Se burló la chica, señalando el extraño grafitti.

Desde lejos parecía más bien decir "DHOU TZUVU 8 KIW TOEHVUNG". Aunque esa noche había parecido una obra de arte.

—Arreglemos esto— El joven, del maletero de su viejo auto sacó otra lata, de pintura negra esta vez.

Con mucho cuidado y esmero escribió sobre las antiesteticas letras rojas: ZHOU TZUYU Y KIM TAEHYUNG".

—Después de eso yo te pregunté que a cuantas chicas habías traído aquí para conquistar... Tenías muy mala fama, TaeTae— Se burló la chica, recargandose en el cofre del carro.

—Y te dije que este era mi mirador, que nunca había traído a nadie aquí... Ni siquiera a Namjoon o YoonGi— Sonrió el joven hacía la chica, llevaba la misma franela alrededor de su cintura, sus pequeñisimos shorts y converse rojas. Una jodida obra de arte que tenía la dicha de ver por segnda vez.

—Sabes mover tus cartas, sabes que cosas decir— Se rió la jovencita

—No esta mintiendo Kiwi... Este es mi mirador secreto, eres la segunda persona que traigo, la primera fuiste tu también pero siendo mi novia— Sonrió de lado, de manera tan seductora como solo él podía hacer.

—Luego te acomodaste entre mis piernas y...— No pudo terminar la frase, él se le había adelantado. La estaba besando con más empeño y cariño que la primera vez y con un toque de añoranza, como si no la quisiera dejar ir —Si, eso— Se rió después del beso.

—¿Qué paso después?

—¿Importa? ya me regresaste mi segundo beso, debemos volver a casa— Sonrió Zhou, bajando de un saltó del cofre.

Taehyung la miró rodear el auto y entrar en él antes de entrar en razón. No importaba cuan enojado estuviera y que tan jodida estuviera la relación. La quería de vuelta.