Algo que me marcaría

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A las horas posteriores de despertar al lado de una mujer que no conocía, no me acordaba de todo lo que habíamos hecho la noche anterior. Intenté acordarme de algo pero solo recordaba haber ido al baño y volver, de ese momento no recuerdo nada mas.

Me había levantado con un dolor cabeza impresionante un poco mareado pero, no le puse atención pensé que eran por los tragos que me había tomado aunque no me acordaba de haber tomado demasiado.

Desperté de eso de las 6 de la mañana no aguantaba el malestar. Tomé algunos analgésicos y me volví a acostar, la mujer todavía estaba a mi lado.

Ya eso tipo 11 de la mañana
desperté, la mujer no estaba fui a buscar mis cosas y efectivamente no se encontraban ni mi celular ni mi reloj, el dinero si estaba completo. Lo que me preocupaba era mi celular que tenía algunas informaciones confidenciales de nuestra organización como ubicaciones de campamentos donde procesaban coca y marihuana.

Salí del hotel y llegue a unos de nuestros refugios y el patrón estaba ahí bravo. Estaba tirando todo al piso llegue en el momento menos indicado le pregunté ¿Qué pasaba?

-Nos acaban de atacar un campamento donde han muerto 5 de nuestros hombres.

Entre mi pensé debe ser él campamento más impórtente donde tenías miles de drogas guardas.
Me dijo que la única persona que tenía la ubicación de ese campamento era yo, quede paralizado.

David de su furia me puso un arma en la cabeza y en ese momento recordé todo lo que había pasado en mi pueblo, la muerte de mi padre. Le conteste que yo sería capas de recuperarle esa droga que sabía quien la había robado.

Mantuvo su arma como 5 minutos en mi cabeza y la bajó, me pidió explicaciones, entonces le conté lo que había pasado, luego me comprometí de matar a esa joven hermosa algo que no sabía si podía hacer pues algo en mi corazón me decía que a ella la habían obligado hacer eso y que realmente ella me quería.

Decidí salir a buscarla con mucha furia pero no la encontraba por ningún lado. Pocos días después recordé que ella me había dejado su número la llame y quedamos de encontrarnos en un parque, salimos con un grupo de escoltas del patrón la orden era clara, matarla.

Llegamos y la mujer se bajo me saludo con una alegría como si nada pasaba. Me acerqué y disimuladamente le pegué dos tiros.  Ella calló al piso y salí corriendo rápidamente a la camioneta.

Había matado a una persona que quise mucho y ahora me ganaría un problema con el otro bando. Ese día llegue, me sentía la peor persona y recordé todo lo que había pasado en mi pueblo.

El infortunio de Juan Donde viven las historias. Descúbrelo ahora