Capitulo 5

89 2 0
                                    

Según el consejo de Omar, debo integrarme o al menos conocer a sus amistades cercanas y el único al que se me ocurre frecuentar es al chico de las bebidas, recuerdo que le pedí el número de su móvil pero con eso de que ha pensado que le tiro al mismo bando no estoy muy seguro que lo haya apuntado, así que mientras termino de acomodar nuevamente mi ropa- la nana de Omar ha sido muy amable al secarla mientras tenia puesta la ropa de mi amigo- no se ni siquiera como se llama el chico, pero reviso algún nombre entre mis contactos que no reconozca

Chico-Sexy-

Mis labios se estiran en una sonrisa al encontrarlo, presiono el icono de llamada y mientras espero a que conteste, pienso en qué le podría decir a Joe para que no me impida llevar a cabo mis planes

- te has tardado más de la cuenta mi ángel ¿estás bien?

- ¿hola?- escucho el sonido que se asemeja a cuando alguien quita el móvil de su oreja, al parecer está corroborando el contacto

- ¿Quién habla?

- soy el chico del club, anoche me ayudaste y te pedí el número de tu móvil

- ooo si, eres el niño bonito ¿Cómo esta tu resaca?- escucho como murmura algo en dirección de otra persona, lo sé porque ha tapado la bocina del móvil para que no lo escuche- oye... ¿se te ofrece algo? estoy un poco ocupado ahora

- ho no, no, nada importante, solo agradecerte lo que has hecho por mí- "puedes mover tu trasero más rápido, estos globos no se inflaran solos" la voz de una chica llega a mis oídos e instintivamente pienso en mi belleza

- ¡no soy un maldito pulpo para hacer todo yo solo! aún tengo que ir por las flores y no tengo una puñetera idea de esas cosas feministas- supongo que recuerda que estoy en línea así que regresa su atención a mí- lo lamento niño bonito, pero como decía estoy ocupado ahora, por cierto, de casualidad ¿conocerás alguna florería que no sea muy cara? puff ¡que digo! tú solo conocerás las más finas de la región... en fin

- ¡de hecho sí! tengo una amiga que tiene una florería

- que costaran una buena pasta

- ¡no!- me apresuro a responder, la mínima oportunidad que tenga de hablar con él la tomare- sus precios son bastantes cómodos, no pierdes nada en conocerla

- podrías tener razón ¿me pasas la dirección?

- ¡puedo acompañarte! – aclaro mi garganta cuando noto el tono de mi voz- este... emmm, bueno... no pienses que, ya te dije que me gustan las chicas- una sonora carcajada me hace pegar la palma de mi mano en mi frente

- envíame la dirección de donde te encuentras y pasó a por ti ¿vale?

(...)

Tuve que persuadir a Omar para que me ayudara a que Joe no me viera salir, su ceño se había fruncido pero luego solo palmeo mi espalda alentándome a ser un chico malo, ja ni siquiera cerca de eso estoy, camino unas cuadras después de la casa de mi amigo, mis manos van dentro de mis bolsillos, pese a que hace unas horas la tormenta nos había amenazado ahora solo queda un día gris, Belleza, no puedo sacarla de mi mente, su mirada sigue clavada en la retina de mis ojos, anhelo verlos más de cerca, daría cualquier cosa que se me pidiera para volverla a tener entre mis brazos, aferrándome a su cintura, saboreando esa mezcla entre whiskey y menta como la primera vez, pateo una piedrecilla que se ha cruzado en mi camino, según el chico pasaría por mí en 20 minutos, salgo de mis pensamientos al escuchar una motocicleta rugir, por instinto de protección me quedo apoyado en uno de los postes del alumbrado público, no me gustaría cruzar la calle y que un demente imprudente me arrolle

Mala InfluenciaWhere stories live. Discover now