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Entraron en el hospital. No hablaron en todo el trayecto y el silencio más incómodo que Lily había sufrido en su vida se instaló en el vehículo.

El edificio era blanco y luminoso. Muchas enfermeras, la mayoría androides, caminaban de un lado para otro, ayudando gentilmente a los visitantes o pacientes.

-Buenos días. ¿Qué necesitan?-preguntó una de ellas, de pelo rubio y ojos azules, acercándose a ellos con una sonrisa.

-Vengo a hablar con los Hall. Los tres niños.-dijo Hank. Tras mirar un papel, añadió.-Diana, Thomas y Sebastian.

-El agente Anderson y su androide de compañía, por supuesto. Acompáñeme.

La androide comenzó a caminar por los pasillos seguida del grupo.

-Creo que le gustas.-bromeó Lily en un susurro hacia Connor.

-Los androides no podemos amar. Y... bueno, déjalo.

-¿Qué ibas a decir?

-Que no podemos amar y mucho menos a primera vista. Eso es una estupidez.

Lily entornó los ojos.

-¿El qué es una estupidez?

-El amor a primera vista.

La chica soltó una risa que hizo que muchos de los presentes le mandaran callar.

-¿Qué te hace tanta gracia?-preguntó el chico.

-Que no te parezca romántico.

Connor hizo un gesto de la mano. Él era un androide. Las cosas no le podían parecen románticas.

Los cuatro se pararon enfrente de una habitación, la 212, en la planta de Medicina de Cabecera. Era la más feliz después de la de maternidad según el criterio de Lily.

-Es aquí. Por favor, sean comprensivos y dulces. Los pobres lo han pasado muy mal.-anunció la androide.

Hank asintió y abrió la puerta mientras la androide se alejaba en otra dirección. Lily escrutó la habitación. Era muy espaciosa y luminosa. Un gran ventanal al final de la estancia proyectaba la luz del sol en el dormitorio. Había tres camas con algunos aparatos conectados a ellas.

-Lily, os vosotros.

-¿Tú te vas a quedar aquí?-preguntó la chica incrédula.

-Yo no tengo mano con las personas. Tú eres joven y amable. Seguro que te es más sencillo. Connor te acompañará para buscar pruebas. Tú harás el interrogatorio.

-¿Sola?

-¿Hay algún problema con eso?

-No, ninguno. Pero soy solo un novata y...

-Eso da igual ahora. Eres la que mejor va a hacer este trabajo y no hay más que hablar. Yo buscaré a los padres y a Gavin para poner en claro todas las pruebas.

Tras decir eso, se dio la vuelta y les dejó en la habitación. Lily se adentró un poco más en ella. Allí, había dos niños en las camas y parecían durmiendo. Sólo uno estaba despierto, sentado en un sillón negro con una vía en el brazo. Tenía una venda en la frente y el otro brazo escayolado. Les miró con cansancio.

-Hola.-saludó Lily.-Soy Lily Maxwell. Me han asignado vuestro caso.

-Sé quién eres. Yo soy Thomas.

El chico tenía la voz apagada y susurraba todo lo que decía. Lily aprovechó para encender una pequeña grabadora.

-¿Cuántos años tienes, Thomas?

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⏰ Última actualización: Sep 10, 2018 ⏰

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El androide enviado por CyberLife | ConnorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora