Euphoria ~> Suga

15

Terminamos la letra justo cuando la luz del sol  desapareció y las dos primeras estrellas ocuparon su lugar de costumbre en el cielo. Llevamos un buen ritmo en la composición incluso disfruté el proceso… un poco, solo eso, estaba acostado en el mueble descansando y ella estaba sentada en el piso revisando su teléfono

-no creo que tengas problemas con la música que acompañará la letra…- sonaba como si hablara desde otro mundo, contesté con un sonido- deberías volver a tu hotel

-estoy cómodo aquí

-¿al fin admites que te agrado?

-no tientes a la suerte, estoy diciendo que me agrada tu sofá de hecho pensé drogarte para cuando tuviésemos que trabajar juntos pero los jarabes lo hicieron por mi

-idiota- refunfuñó, me pareció divertido pero no dejé que lo notara

Guardamos silencio, comenzaba a acostumbrarme a estos vacíos en nuestras conversaciones por lo que ya no me parecían incomodos es más rogaba por que llegaran así no escucharía su voz. Dicen que la confianza apesta, y en su caso la confianza la hacía hablar más de lo que esperaba de ella

-volveré a Japón...

-¿y?

-solo pienso en voz alta

-no lo hagas, me distraes

-¿de qué? ¿Tu siesta?, si en serio quisieras dormir y no ser molestado te irías de aquí. Si no te agrado y te molesta que hable ¿Por qué siempre me sigues y encuentras una manera de acercarte?

-no estoy obligado a contestar eso

-entonces si te agrado

-pien…

Sentí un fuerte golpe en mi mejilla derecha que me hizo levantar de un salto y enfurecer, la tomé de sus muñecas-¡maldición! ¡¿Siempre tienes que hacer esto…?! ¡Estás acabada!

-tenías un mosquito, mira mi mano aún está pegado ahí – rió

-¡¿Qué es tan divertido?!

-te he dejado mi mano marcada en la mejilla, te ves divertido

Suspire cansado y ella se apresuró a limpiar su mano, tal vez la historia del mosquito no era mentira aun así me molestó que me diera una maldita cachetada- lo siento, no debí hacerlo. Lo siento

Gruñí- cállate

-vete al infierno-susurró

Fingí que lloraba- ¿es que no puedes cerrar la boca?

-¿es que no puedes dejar de ser un maldito?- la fulminé con la mirada, nadie demás de mi podía llamarme maldito

Se levantó y fue directo a su habitación para luego salir con una maleta y un bolso donde metió unas llaves, su pasaporte y un libro-¿Dónde vas?

-te dije que debía ir a Japón- sabía que no jugaba pero no pensé que se refería a esta noche- puedes quedarte la habitación está paga hasta mañana. Estaré con ustedes para las escenas en Seúl

-¿por qué tan repentinamente tienes que irte?

-mi mamá- reí irónico

-¿aun haces lo que tu mamá dice?- chasqueó la lengua

-es más complicado que eso

-bien, apaga la luz cuando salgas

-esta es la llave- la dejó sobre la mesa

Se despidió alzando su mano para luego apagar la luz y dejarme solo dentro de la habitación. Me movía buscando una posición en la incomodidad que se había creado en el lugar después de que ella se fuera, lo odiaba pero admito que aunque se acaba de ir y capaz siquiera había cogido un taxi aun, su olor permanecía en el lugar y la extrañaba