Dos palabras revolucionarias.

Introducción.

Antes de todo, les voy a contar la razón de esta historia:

Yo soy Diego, de nacionalidad ecuatoriana con una vida muy cambiante y llena de decisiones. Soy un estudiante del colegio San Agustín, los demás me consideraban un chico pilas o un chico con bastante conocimiento, nunca he encontrado un buen amigo, ya que siempre que lo encontraba lo perdía por mí mediocridad, por ser mentiroso o mas bien, porque me gustaba la misma persona que él.

Sé que me juzgarán, pero quiero narrarles esta historia en el mes que cambiaron mis pensamientos.