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No era tan difícil explicar la organización del instituto para rebeldes.

Los jóvenes internados pasaban 3 años y después salían renovados a la sociedad a terminar el 4 año.

Pero eso no era todo, sino las divisiones que había, porque al igual que había grados, había fraternidades y altos mandos.

Para empezar, Yaoyorozu Momo encabezaba la escuela al ser la presidenta más joven; pero al mismo tiempo tenía encargados de todas las fraternidades que le ayudaban a mantener el orden, por lo que el concejo estudiantil se conformaba de la siguiente manera.

•Presidente/a: Yaoyorozu Momo.
•Vicepresidente/a: Tenya Lida.
•Secretario/a: Kyoka Jirou.
•Vocero/a: Himiko Toga.

En ellos recaían todas las responsabilidades de la escuela, por lo que todo el tiempo se la pasaban trabajando, buscando aunque fuera una mejora o ayudando a los estudiantes que estaban a punto de ser expulsados. Pero al igual que todos los internos en ese lugar, cada uno tenía su secreto, no podían ser peritas en dulce, ¿o si?

La siguiente organización que el instituto llevaba, era los grados y las edades en las que los chicos podían tomar ese curso; si cruzaban el límite de edad eran enviados directo al ejército con intenciones de corrección.

~Primer grado (18 a 19 años)~
•Estudiantes actuales: Uraraka Ochako, Bakugou Katsuki, Midoriya Izuku, Asui Tsuyu, Kaminari Denki, Sero Hanta, Awase Yosetsu y Hatsume Mei.

~Segundo grado (20-22 años)~
•Estudiantes actuales: Yaoyorozu Momo, Todoroki Shouto, Kirishima Eijirou, Kyoka Jirou, Himiko Toga, Shinsou Hitoshi, Ashido Mina, Kendou Itsuka, Monoma Neito, Aoyama Yuga y Tokoyami Fumikage.

~Tercer grado (22-25 años)~
•Estudiantes actuales: Tenya Lida, Dabi, Shigaraki Tomura, Koda Koji, Kodai Yui y Kaibara Sen.

La razón de que cada curso tuviera tan pocos estudiantes no era nada del otro mundo, simplemente se trataba de estudiantes selectos que podían salir a distintas actividades para medir el comportamiento con la sociedad, por lo que el sistema sólo contaba a los que residían sin ningún permiso para salir.

Pero eso no era todo, la organización en ese instituto era estricta, que incluso en las fraternidades tenían que tener líderes que mantuvieran "la calma", algo así como un representante, al igual que su profesor tutor.

~Selfish Genius~
•Profesor Tutor: Nezu.
•Presidente/a: Yaoyorozu Momo.
•Vicepresidente/a: Todoroki Shouto.
•Miembros restantes de la fraternidad: Midoriya Izuku, Hatsume Mei, Kendou Itsuka, Tenya Lida, Shigaraki Tomura, Kodai Yui y Awase Yosetsu.

~Outgoing Naive~
•Profesor tutor: Kayama Nemuri.
•Presidente/a: Ashido Mina.
•Vicepresidente/a: Kaibara Sen.
•Miembros restantes de la fraternidad: Uraraka Ochako, Asui Tsuyu, Monoma Neito, Tokoyami Fumikage, Aoyama Yuga y Koda Koji.

~Rude Stuck~
•Profesor tutor: Aizawa Shouta.
•Presidente/a: Dabi.
•Vicepresidente/a: Kyoka Jirou.
•Miembros restantes de la fraternidad: Bakugou Katsuki, Kaminari Denki, Sero Hanta, Kirishima Eijirou, Himiko Toga y Shinsou Hitoshi.

En pocas palabras esa era la organización que el instituto para rebeldes podía brindar.

Y mientras Bakugou observaba el folleto que le había dado esa mañana con toda esa información, no pudo evitar sentir arcadas.

-Que porquería-exclamó con total seguridad arrugando el papel y tirándolo a la basura.

Ya había pasado un mes y aún no tenía idea de como conseguir su expulsión, por lo que tenía que soportar a los inútiles que lo rodeaban.

Era verdad que las clases no eran malas, pero el hecho de tener que convivir con esa gente le provocaban ganas de suicidarse.

-¿Por qué me mandaste a este lugar vieja loca?-preguntó mirando el techo de su habitación esperando que la respuesta apareciera mágicamente.

Todo ahí era una mierda y empezaba a desesperarse mientras escuchaba el ruido proveniente del pasillo.

Lo peor fue cuando escuchó algo así como un tarareo bastante desafinado, ¿trataban de darle cáncer de oídos? Definitivamente mataría a la persona que estaba arruinando su paz, si es que podía llamarlo así.

-Bakugito, Katsukito, rebeldito-esas palabras hicieron que Bakugou se levantara de inmediato con el rostro hecho una furia.

-¿Ahora qué puta mierda?-gritó viendo como en el umbral de la puerta se encontraba una rubia sonriendo como estúpida.

-No te enojes, Bakugito-la chica sonrió haciendo un ligero puchero.

-¿A caso quieres que te mate? ¿Quién te dio el permiso de llamarme así?-las palabras del chico salían como veneno de su boca.

-No tengo porque pedirte permiso-la chica seguía sonriendo, pero esa vez sus ojos cambiaron diciendo "yo hago lo que quiero"-. Me mandaron a decirte que la cena está lista.

-¿No pudieron mandar a alguien más inútil?

-Como digas, Bakugito, te veo en la cena-le guiñó un ojo.

Eso fue lo único que antes de que Katsuki le estrellara la puerta en la cara.

-Puta loca.

A lo lejos escuchó como alguien le decía: "Hey, Toga, ¿ya les avisaste a todos?".

Toga, que puto nombre más asqueroso, pensó el rubio. La verdad era que mientras más tiempo pasaba, su paciencia se consumía y se veía claramente por la manera en la que se expresaba a través de maldiciones, insultos y todas esas mierdas que le pudieran salir de la boca.

Sí seguía encerrado, iba a explotar.

Institute for rebels. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora